Si hay una película favorita entre los científicos y todo tipo de frikis de la ciencia ficción, esa es Jurassic Park (traducida como Parque Jurásico en varios países), estrenada en 1993. Para muchos, supuso una iniciación a la dinomanía siendo niños o adolescentes, porque, seamos sinceros, ¿quién no querría visitar un safari que incluyera un Brachiosaurus o un Tyrannosaurus rex? Además de una historia fascinante, la película cuenta con una banda sonora mítica, una manera única de recrear los dinosaurios desde el punto de vista técnico y unos planos impresionantes que la elevan a la categoría de clásico imprescindible. Por eso, aprovechando el reciente estreno de Jurassic World: Dominion, quiero hablaros de uno de los dinosaurios más emblemáticos de la saga: el Velociraptor.
El Velociraptor
es un dinosaurio terópodo (grupo de carnívoros bípedos) que vivió hace unos 71
a 75 millones de años. Su nombre significa “rapaz veloz”, debido a que se
infiere que tenía un comportamiento depredador y a que esta especie en concreto
era probablemente una buena corredora.
El primer ejemplar conocido de Velociraptor mongoliensis fue excavado en 1923 en una expedición del Museo Americano de Historia Natural al desierto de Gobi y descrito por el director del museo, Henry Fairfield Osborn. Desde entonces, se conocen algo más de diez esqueletos. Una segunda especie, muy similar pero con una fauna y ambiente asociado distinto, fue descrita en 2008 en otra zona de China. Se denomina Velociraptor osmolskae en honor a la paleontóloga Halszka Osmólska, pero los restos hallados son, de momento, menos abundantes que los de V. mongoliensis.
En Jurassic Park, el doctor Grant y su equipo encuentran un fósil de Velociraptor en Estados Unidos. En la realidad, solo se han encontrado Velociraptores en yacimientos de China, pero parece que la escena se inspira en los hallazgos de Deinonychus (cuyo nombre significa “garra terrible”), otro dinosauro terópodo cercanamente emparentado con Velociraptor descrito en los años 60 a partir de yacimientos de Norteamérica.
A continuación, os dejo la escena en la que los protagonistas de Jurassic Park encuentran un esqueleto completo de Velociraptor. Incluyo tanto la versión de la película (doblaje español de España) como la de la novela homónima en la que se basa, escrita por Michael Crinchton y publicada tres años antes.
"Grant fue a mirar a la pantalla del ordenador. Vio el esqueleto completo, resaltado en amarillo brillante. Era un espécimen realmente joven. Las características más destacadas del velociraptor -una garra solitaria, que en un animal adulto era un arma curvada de seis pulgadas de longitud capaz de abrir en canal a sus presas-, era en este infante no más larga que la espina de un rosal. Apenas era visible en la pantalla. Y, en cualquier caso, el velociraptor era un dinosaurio esbelto, un animal de huesos tan finos como un ave, y probablemente igual de inteligente. (…) Pero un velociraptor adulto era otra cosa totalmente distinta. El velociraptor fue el dinosaurio más mortífero que jamás existió. Aunque relativamente pequeños -unas doscientas libras, el tamaño de un leopardo- los velociraptores eran rápidos, inteligentes y malvados, capaces de atacar con mandíbulas afiladas, antebrazos poderosos en forma de garra y la devastadora garra solitaria del pie."
Aunque equiparar a Deinonychus y Velociraptor fue una idea interesante para la historia, hay importantes diferencias entre ambas especies. Para empezar, Deinonychus es más antiguo que Velociraptor (vivió hace de 115 a 108 millones de años) y era además algo más grande.
Precisamente, una de las críticas más habituales a los Velociraptores que aparecen en Jurassic Park es que son demasiado grandes, mayores que los Velociraptores reales y también mayores que el Deinonychus. Parece que la decisión no se debió solo a la estética (un animal grande es más amenazador) sino también a una cuestión práctica para que los muñecos de la película pudieran ser operados por actores desde el interior.
¿Qué es eso de que el Velociraptor tenía plumas?
Dejando el
tamaño a un lado, una de las mayores incógnitas sobre los Velociraptores
(y, en realidad, sobre cualquier otro dinosaurio) es cómo sería su aspecto
externo. Si solo conocemos su existencia a partir de huesos, ¿cómo saber de qué
color era su piel, si estaban recubiertos de escamas o si tenían crestas,
orejas o alguna otra parte del cuerpo que no se haya preservado?
Debido a sus similitudes morfológicas con los reptiles, los dinosaurios se han representado tradicionalmente con escamas y colores verdosos o grisáceos, a imitación de los cocodrilos o los lagartos. Sin embargo, a lo largo de los años los investigadores han ido descubriendo nuevas evidencias que nos ayudan a describir a estos animales de una manera más precisa, y bastante alejada de esta imagen.
En lo que atañe al Velociraptor, existen actualmente fuertes evidencias de que estaba cubierto de plumas, al menos parcialmente. En 2007 se publicó un estudio con gran repercusión que exponía la presencia de pequeñas incisiones en los huesos de los brazos del Velociraptor que habrían servido como puntos de inserción para las plumas.
Aunque el descubrimiento revolucionó a la comunidad científica, no fue del todo una sorpresa. La primera pluma fosilizada se descubrió en Alemania el año 1861, seguida al poco del hallazgo del Archeopteryx, el fósil de un animal en el que se habían preservado no solo los huesos, sino también las plumas. El pequeño Archaeopteryx (“pluma antigua”) vivió hace unos 150 millones de años y presenta tanto características de las aves modernas (plumas, brazos y clavícula adaptados al vuelo) como de los dinosaurios terópodos (cráneo con dientes y larga cola).
Así, Darwin y sus contemporáneos ya manejaban la hipótesis de que las aves actuales fueran descendientes de los dinosaurios terópodos como el Velociraptor o el Deinonychus. En aquel momento, Archeopteryx se identificó como un "eslabón perdido", aunque en la actualidad este término está en desuso ya que entendemos la evolución como un proceso no lineal. Así, consideramos que Archeopteryx está cercanamente emparentado con los terópodos pero no tiene por qué ser su descendiente directo, sino más bien un "primo".
Sin embargo, los científicos están tardando mucho más en averiguar cuál fue el momento evolutivo en que aparecieron las plumas y el vuelo. De acuerdo a las evidencias fósiles y a modelos evolutivos, algún tipo de pluma con estructura filamentosa aparecía probablemente ya en grupos de terópodos evolutivamente antiguos, como los Tyrannosaurus. A partir de ahí, la estructura de la pluma se fue sofisticando hasta llegar a las aves actuales, pasando por el Velociraptor y otras especies emparentadas.
Parece bastante claro, sin embargo, que los Velociraptores no volaban. La morfología física que permite el vuelo (huesos ligeros, huesos de la clavícula fusionados en forma de fúrcula, cola que permita maniobrar…) está asociada con especies posteriores y más cercanas a las aves actuales como el Archaeopteryx. Las plumas aparecieron, por tanto, antes del vuelo y debieron tener alguna utilidad para los terópodos independientemente de ello. Una de las teorías más debatidas es que las plumas, incluso en sus formas más tempranas, ayudasen a regular la temperatura, ya fuera reflejando o conservando el calor. También se ha propuesto que las plumas fuesen importantes para proteger los huevos y los polluelos, como ocurre en las aves actuales.
Otra idea es que, de nuevo igual que en las aves modernas, las plumas tuvieran además funciones de reconocimiento entre individuos, rango social, camuflaje o atracción. De hecho, en algunas plumas se han encontrado evidencias de pigmentos que permiten inferir diferentes patrones de color. Los más habituales son negros y blancos, con algún marrón o rojo.
Reconstrucción de Anchiornis huxleyi basada en patrones de colores inferidos científicamente de las "huellas" de pigmentos en los restos de sus plumas (Fuente: Ilustración de Michael Digiorgio en Li et al., 2010)
Probablemente, los patrones de color variaban mucho en diferentes especies, así que no podemos asegurar que estos fueran también los del Velociraptor, pero sí sabemos con bastante certeza que se asemejaba probablemente más a un pollo grande que a un lagarto, y así lo representan las ilustraciones más actuales.
Por supuesto, la mayor parte de esta información no estaba disponible en los años 90, y probablemente por eso tanto la novela como la película de Jurassic Park presentan al Velociraptor como un dinosaurio reptiliano tradicional, haciendo hincapié en los rasgos que pueden identificarlo como un depredador mortífero, como la visibilidad de los dientes y la garra.
Así se describe su aspecto en la novela:
"El animal
que estaba en el suelo tenía más o menos un pie y medio de largo, como un mono
pequeño. Era de color amarillo oscuro con rayas marrones, como un tigre. Tenía
cabeza de lagarto y un hocico alargado, pero se mantenía erguido sobre sus
fuertes patas traseras, en equilibrio gracias a una gruesa y recta cola. Sus
patas delanteras, más pequeñas, se sacudían en el aire. El animal inclinó la
cabeza hacia un lado y lanzó una mirada hacia los visitantes que lo observaban
desde arriba.
–Velociraptor
–dijo Alan Grant con voz tenue."
Más adelante,
se indica su similitud con las aves a nivel de movimiento, pero no de aspecto,
algo que también queda muy bien plasmado en las películas en la manera en que
los Velociraptores observan, corren y atacan.
"–Así que
estos velociraptores parecen reptiles, ya que tienen la piel y el aspecto
general de un reptil, pero se mueven como pájaros, con la velocidad y la
inteligencia depredadora de pájaros. ¿Es eso, más o menos? –dijo Malcom.
–Sí –dijo
Grant–. Diría que muestran una mezcla de caracteres.
–¿Le
sorprende eso?
–En
realidad, no –dijo Grant–. Lo cierto es que se acerca a lo que los
paleontólogos creen desde hace mucho tiempo."
En la gran
pantalla, el aspecto del Velociraptor ha ido cambiando según la película. En su primera aparición, los Velociraptores tienen aspecto de lagarto, con
piel correosa, pupilas verticales y dientes muy visibles. Estos rasgos se
observan tanto en la escena de eclosión del huevo (doblaje español de España) como, sobre todo, en la célebre
escena de la cocina (doblaje español de Latinoamérica).
En la segunda entrega, cambiaron el color de los Velociraptores y se decantaron por un color atigrado, similar al descrito en la novela, mientras que en la tercera volvieron a la imagen tradicional, pero tratando de añadir detalles que los asemejaran a las aves, como las anecdóticas plumas en forma de filamento en la cabeza de los machos y unos ojos más redondeados.
¿Qué sabemos de su comportamiento?
Tradicionalmente,
se pensaba que los terópodos como el Velociraptor podían cazar en
manadas debido a que se habían encontrado yacimientos con varios individuos de
la misma especie, especialmente los de Deinonychus. Esta es también la
manera de reflejar al Velociraptor en Jurassic Park, como puede
verse en estos dos fragmentos de la novela:
"Muldoon estaba aún más preocupado por los velociraptores. Eran cazadores instintivos, y nunca abandonaban una presa. Cazaban incluso cuando no tenían hambre. Mataban por el placer de matar. Eran rápidos, grandes corredores e increíbles saltadores. Tenían garras letales en las cuatro extremidades; un zarpazo de uno de los brazos podría destripar a un hombre, desperdigando sus intestinos. Y tenían mandíbulas poderosas que desgarraban la carne en vez de morderla. Eran mucho más inteligentes que otros dinosaurios, y escapistas naturales."
Este comportamiento se deja también muy claro en las películas. En la ya mencionada escena de la cocina, los Velociraptores se comunican entre ellos para acorralar a sus presas. Continuando con la tradición, en la trilogía de Jurassic World la comunicación y la estructura social-familiar es también un eje clave en el comportamiento, la caza y la toma de decisiones, como en esta escena de Jurassic World (doblaje español de Latinoamérica) en la que intentan acorralar al Indominous rex con la manada de Velociraptores.
En la realidad, sin embargo, tenemos evidencias contradictorias. Es muy difícil describir el comportamiento de animales que solo se conocen por fósiles, pero sabemos que en los animales actuales existen relaciones entre el comportamiento y algunas de sus características físicas. Así, se pueden comparar rasgos de animales extintos con sus parientes actuales e inferir comportamientos similares.
De esta manera, un estudio de 2020 propone que el comportamiento de los terópodos sería probablemente más similar al de los lagartos solitarios que al de una manada de lobos o leones debido a cambios en la estructura dental entre crías y adultos. Además, los comportamientos de caza en manada no se conocen para las aves carnívoras actuales, por lo que las comparaciones evolutivas también están a favor de un modo de vida no social.
Águila cazando (Fuente: iStock)
En resumen, las evidencias más recientes nos indican que el Velociraptor tenía un aspecto más parecido al de un pájaro grande que al de un lagarto y que probablemente era un cazador (o carroñero) solitario como las aves rapaces, a excepción del cuidado de las crías. La representación de Jurassic Park está, por tanto, muy lejos de la realidad, pero la historia se escribió y filmó en base a las ideas que se tenían en los años 90. Desde entonces, el increíble avance de la tecnología ha permitido estudiar características de los huesos que hace unas décadas no podíamos ni imaginar y nos ha esbozado una idea más precisa del aspecto del Velociraptor y otros dinosaurios. Jurassic Park consiguió a pesar de todo crear una legión de seguidores entre los que me incluyo y reavivar la dinomanía en el mundo entero. Por lo tanto, aun sabiendo que en la saga hay más de ficción que de realidad, espero que las puertas de Jurassic Park permanezcan abiertas a los visitantes por mucho tiempo.
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Principales fuentes consultadas:
Las páginas de Wikipedia sobre el Velociraptor y el Deinonychus
Clarke, J. (2013). Feathers before flight. Science,340(6133), 690-692.
Frederickson, J. A., Engel, M. H., & Cifelli, R. L.
(2020). Ontogenetic dietary shifts in Deinonychus antirrhopus
(Theropoda; Dromaeosauridae): Insights into the ecology and social behavior of
raptorial dinosaurs through stable isotope analysis. Palaeogeography,
Palaeoclimatology, Palaeoecology, 552, 109780.
Godefroit, P., Currie, P. J., Hong, L., Yong, S. C.,
& Zhi-Ming, D. (2008). A new species of Velociraptor (Dinosauria:
Dromaeosauridae) from the Upper Cretaceous of northern China. Journal of
vertebrate Paleontology, 28(2), 432-438.
