jueves, 18 de abril de 2019

Los biomas de Poniente

Winter is coming

Juego de tronos no necesita presentación. Basada en la saga de novelas Canción de hielo y fuego de George R. R. Martin, esta serie televisiva cuenta sus espectadores por millones. Con un presupuesto también millonario, más de sesenta premios y grandes alabanzas de la crítica, se trata sin duda de una de las series más exitosas de todos los tiempos. La octava y última temporada, que acaba de estrenarse, promete batallas épicas y una resolución emocionante. ¿Vencerán Jon Nieve y Daenerys al ejército de los Caminantes Blancos? ¿Quién ocupará al final el trono de hierro? Si tú tampoco puedes esperar para volver a adentrarte en la cripta de Invernalia, los salones de Rocadragón o las almenas de Desembarco del Rey, no te pierdas el paseo que ofrecemos hoy por la geografía de los Siete Reinos de Poniente y más allá. ¡Así comienza mi guardia!


  Algunos de los 20 carteles promocionales de la octava temporada.

Te falta un verano: ¿cómo son las estaciones del año en Poniente?

Si haces una búsqueda rápida en internet, te darás cuenta de que se han abordado muchos temas científicos (sobre todo relacionados con genética) en relación a Juego de Tronos: el incesto de los Targaryen y de Cercei y Jaime, la dominancia del color oscuro del pelo que demuestra que los hijos de Cercei no son hijos legítimos de Robert Baratheon, el albinismo de Fantasma, el lobo huargo de Jon Nieve, el enanismo de Tyrion, la resistencia al frío de los Caminantes Blancos... Aunque sobre todo se habla de dragones, de sus similitudes con aves y pterosaurios y de cómo sería posible que escupieran fuego.

En la imagen, Ned Stark plantea el color de pelo como un rasgo de herencia mendeliana. Si el color oscuro de Rob Stark es dominante y el color rubio de Cersei Lannister es recesivo, los hijos de ambos no deberían ser rubios.

Como ejemplo de la ciencia de Juego de Tronos¸ en la web Naukas proponen interesantes problemas de genética y en The guardian (en inglés) hablan de la dinámica del vuelo en relación a los dragones de la saga.

Como no quiero repetir información que ya puede encontrarse fácilmente en la red, he decidido dedicar la entrada a algo que siempre me ha fascinado de Poniente: su clima. Poniente es un mundo fascinante en el que nunca se sabe cuánto va a durar una estación y, en especial, los inviernos pueden prolongarse varios años. Se oye hablar de los niños de verano, que nunca han conocido un invierno, o del año de la falsa primavera, cuando se creyó que el invierno había terminado pero no fue así.

El famoso lema de la casa Stark, Winter is coming (“Se acerca el invierno”), alerta de la necesidad de estar preparado para una prolongada estación de frío y escasez de alimentos.

La verdad es que no sé cómo se le podría dar explicación a este fenómeno. ¿Habría que hablar del movimiento rotatorio de la Tierra? ¿A las sucesiones entre períodos glaciares? Dejando eso a un lado, desde una perspectiva puramente biológica, me parece alucinante que las plantas y animales puedan vivir en unas circunstancias así. En el mundo real, y especialmente en climas templados, con cuatro estaciones, los procesos biológicos están fuertemente sujetos a estos períodos estacionales. Por ejemplo, cuando llega el otoño los árboles pierden sus hojas y algunos animales comienzan su hibernación. ¿Sería posible que un animal hibernara durante un invierno de diez años? ¿O que las cosechas que crecen con la lluvia de primavera y se secan al final del verano dieran frutos durante un verano de cinco años? ¿Cuándo emprenden el vuelo las aves migradoras?

En una de las escenas finales de la séptima temporada, Jaime Lannister se aleja de Desembarco del Rey y se sorprende al ver que empieza a nevar. ¿Qué consecuencias podría tener un invierno prolongado en esta ciudad?

En mi opinión, dentro de estas estaciones también debe haber ciertas oscilaciones anuales, y las criaturas de Poniente deben estar adaptadas a ello. Es decir, dentro de un invierno de cinco años debe haber épocas con un poco más de calor y un poco menos de frío. En algún momento de las novelas, de hecho, se habla de cultivos de cebada de invierno, que podría responder a un fenómeno como este. Por otra parte, estaréis de acuerdo en que existe una gran diferencia de clima a lo largo de Poniente. Por mucho que sea invierno, no hay duda de que las condiciones serán mucho más duras en Invernalia, al norte, que en Dorne, al sur. Estas diferencias podrían equipararse en el mundo real a los biomas, que son el conjunto de condiciones climáticas y geológicas que determinan que en cada lugar se desarrollen unas especies vegetales y animales con sus propias características. Resumiendo, hoy vamos a recorrer los biomas de Poniente (y también Essos) y vamos a intentar compararlos con los de nuestro propio planeta.


Mapas de Poniente y Essos

Se acerca el invierno: el Norte, el Muro y más allá

Seamos sinceros: en Invernalia hace frío. Si nos vamos más al norte, llegamos incluso a una zona de nieves perpetuas, donde la temperatura hace posible que el Muro, hecho de bloques de hielo, permanezca en pie durante siglos sin derretirse. ¿Cuál es el principal problema del frío, en términos biológicos? Pues que las plantas en su mayoría necesitan temperaturas por encima de 0ºC para desarrollarse, y por tanto en estos lugares la temporada de crecimiento vegetal es muy corta. Además, las bajas temperaturas también hacen que la descomposición de materia orgánica en el suelo sea muy lenta, y por tanto las plantas tienen pocos nutrientes. El resultado es un paisaje de tundra con matorralillos dispersos, sin apenas árboles. Este patrón puede observarse fácilmente en los alrededores del Muro y en nuestro planeta equivaldría a las zonas más cercanas a los polos, antes de llegar a la línea de nieves.

Aspecto de los alrededores de Invernalia en verano y en invierno. Se aprecian algunos árboles y formaciones boscosas dispersas, pero la mayor parte podría calificarse como una tundra sin apenas vegetación arbórea.

Otro bioma típico del norte, que en el mundo real se da en latitudes un poco más bajas que la tundra, es la taiga. La taiga tiene un clima ligeramente más benigno y se caracteriza por bosques de grandes árboles, frecuentemente de hoja perenne como los abetos. En Juego de tronos la división es más difusa y podemos observar este tipo de bosques cuando Jon Nieve y los salvaj… digo, el pueblo libre, escalan el Muro.

Cerca del Muro pueden observarse algunos árboles altos de hoja perenne, seguramente abetos.

Tanto para sobrevivir a la tundra como a la taiga, los animales necesitan conservar el calor. Por eso, en estas zonas suelen aparecer criaturas grandes, que tienden a perder menos calor que las pequeñas, protegidas por gruesas capas de grasa y pelo. No es sorprendente por tanto que sea esta la zona de Poniente en la que encontramos mamuts, lobos huargos y osos parecidos al extinto oso de las cavernas, que están inspirados en grandes mamíferos que existieron en el mundo real durante la última glaciación.

Un gigante sobre un mamut, marchando contra el Muro.

Sin embargo, aunque estos animales cuentan con armas para combatir el frío, sufren la escasez de alimentos como el que más. De hecho, en nuestro mundo los osos que hibernan terminan la estación famélicos y los lobos suelen pasar grandes hambrunas según avanza el invierno, ya que durante este tiempo no nacen nuevas crías de ciervo y u otras presas. Es decir, no sería factible que estos animales sobrevivieran a diez años de invierno, y mucho menos si se trata de osos o lobos gigantescos. Por eso, de nuevo propongo que en Juego de tronos debe haber alguna pequeña oscilación dentro de estas estaciones interminables, que al menos permita algo de crecimiento vegetal y el nacimiento de algún cervatillo.

Arya se reencuentra con su loba Nymeria, que lidera una manada de lobos de tamaño normal que van de caza en busca de presas para sobrevivir al duro invierno.

Los bosques del Camino Real: Aguasdulces, Los Gemelos y los grandes ríos

El centro de Poniente, y especialmente la zona de los ríos que pertenece a la casa Tully, es muy representativo de los bosques templados. Se trata de zonas con precipitaciones abundantes y temperaturas suaves, en las que el crecimiento vegetal es posible prácticamente durante todo el año, excepto el invierno. De esta manera, se generan extensas praderas y bosques de árboles de hoja caduca. De hecho, estos son los paisajes más habituales que podemos encontrarnos cuando Arya trata de llegar hasta el norte disfrazada de niño o durante los viajes de Brienne llevando a Jaime a Desembarco del Rey o buscando a las niñas Stark. ¿Puede que Juego de Tronos trate de imitar los bosques ingleses y/o europeos?

Los bosques de árboles de hoja caduca, con el suelo cubierto de hojarasca, son comunes durante los viajes de Arya por el centro de Poniente.

En este tipo de bosques, existen varios “niveles” de plantas o estratos; fundamentalmente, son: las hierbas, los arbustos y los árboles. De este modo, nos encontramos con una gran producción vegetal. El suelo puede aparecer cubierto de hojarasca y ramitas, que aportan nutrientes para las nuevas plantas, y existe una fauna bastante diversa y abundante, desde roedores como conejos y ardillas hasta depredadores como lobos o búhos. 
Brienne ha encontrado leña fácilmente porque se encuentra en un bosque con una gran abundancia de hojas y ramas. Podrick ha intentado cocinar un conejo, también fáciles de encontrar, pero no sabía que debía despellejarlo antes de ponerlo sobre el fuego.

La vida en estos bosques está muy condicionada por la estacionalidad. La germinación de la hierba, la aparición de flores y frutos, la pérdida de las hojas… todo gira en torno a las estaciones. Unas estaciones demasiado largas, como las de Poniente, podrían desequilibrar estos procesos. Sin embargo, en estos ecosistemas existen plantas que dan frutos en diferentes estaciones. Por citar algunos ejemplos, en invierno podríamos encontrar fresas, en primavera, cerezas, en verano, moras y, en otoño, frutos secos como las bellotas. Si las plantas de Poniente tuvieran la capacidad de continuar produciendo frutos incansablemente durante una estación extremadamente larga, los bosques templados podrían proporcionar recursos alimenticios en todo momento y albergar en consecuencia una fauna numerosa.

Un grupo de soldados de los Lannister, entre los que hace un cameo el cantante Ed Sheeran, comparte su comida con Arya. Al igual que ocurría en el caso de Brienne y Podrick, los conejos son fáciles de encontrar en el bosque.

Este clima lluvioso también propicia la aparición de ríos caudalosos como el famoso Tridente, cuyo cruce está monopolizado por la fortaleza Los Gemelos de la casa Frey.


Sangre de mi sangre: el mar de hierba de los Dothraki

Al otro lado del mar Angosto, en el continente de Essos, aparece otro bioma interesante en el que reinan los Dothraki o señores de los caballos. Se trata de las estepas y praderas. Estos lugares tienen una época lluviosa durante la que crecen las plantas y otra seca, el verano, durante la que la hierba no puede crecer. Igual que en Juego de Tronos, suelen aparecer en el interior de los continentes y son grandes explanadas sin árboles. Aunque la hierba puede ser bastante alta, la mayor parte de la masa vegetal se encuentra bajo tierra ya que para soportar la sequía estival las plantas necesitan largas raíces para poder buscar agua.
Uno puede realmente perderse entre las altas praderas del Mar de Hierba donde viven los Dothraki.

Debido al duro clima durante la época seca, las hierbas de esta zona suelen sufrir de incendios puntuales (no solo por los dragones de Danaerys) y están sometidas a una incidencia constante de herbívoros, como los caballos de los Dothraki, que migran buscando lugares donde “pastar”. Aunque puedan parecer paisajes más “pobres” que los bosques templados, en realidad tienen una producción vegetal brutal que permite la existencia de grandes manadas de rumiantes y numerosos insectos.

Aunque no se trate de animales salvajes, este Khalassar podría ser considerado un ejemplo de las grandes manadas itinerantes que puede albergar el bioma de las praderas.

No parece que las estaciones interminables sucedan en el continente de Essos, pero aun así podemos imaginar sus consecuencias. Si la época húmeda fuera mucho más larga que la seca, habría una producción desmesurada de hierba, lo que podría ocasionar algunas plagas o superpoblaciones de rumiantes. Si, por el contrario, la época seca se alargase demasiado, los herbívoros terminarían por consumir toda la hierba y acabarían sin alimento.

Los jardines del agua: Dorne y otros lugares del sur

El reino de Dorne, conocido por su clima cálido y su buen vino, se identifica en la serie con el clima mediterráneo y especialmente las zonas del sur de España. En este área podemos encontrar fuertes contrastes, desde las costas áridas y arenosas hasta la exuberancia de los jardines del agua donde viven los nobles de la casa Martell.

Los jardines del agua, rodados en la Alhambra, representan algunas especies tropicales que pueden sobrevivir en el clima mediterráneo, aunque normalmente necesitan riego y se utilizan de manera ornamental.

En el mundo real, se trata de un bioma fragmentado que aparece solo en algunas partes del planeta. Las plantas de esta zona son una curiosa mezcla de especies tropicales y especies desérticas, condicionadas por una oscilación de temperaturas bastante grande entre invierno y verano y la influencia templada del mar. Cabe destacar la fuerte sequía estival que sufren estos lugares y las adaptaciones que necesitan las plantas para sobrevivir a ello: espinas, hojas cubiertas de pequeños pelos blancos, hojas alargadas… Los incendios también son bastante comunes de manera recurrente en estos lugares y algunas especies están tan acostumbradas a ellos que son capaces de rebrotar tras el fuego, o tienen semillas que solo germinan después de un incendio. Estas características tan especiales hacen que existan muchas especies particulares de este bioma que no aparecen en ningún otro.

Las víboras de arena en una zona arenosa. Al fondo se aprecia vegetación de zonas áridas.

La imprevisibilidad es un rasgo característico del clima mediterráneo. Es decir, el momento exacto del año en el que llega el invierno o el verano puede variar enormemente de un año a otro. Incluso cuando ya se han alcanzado temperaturas de primavera es posible que caiga alguna helada, o que una vez en invierno venga alguna ola de calor. Esto es lo más parecido que existe en el mundo real a las imprevisibles estaciones de Poniente, así que es probable que las plantas de estos lugares fueran bastante resistentes a esto.

Obara Arena, una de las víboras de arena, frente a un paisaje que podría ser un cerro mediterráneo, con matorrales de tallos gruesos y hojas finas para combatir la sequía.

Mhysa: La bahía de los esclavos y alrededores

Si piensas en los escenarios en los que suele aparecer Daenerys, seguramente te vengan a la cabeza los paisajes desérticos que rodean Yunkai, Meereen y otras localizaciones de la Bahía de los Esclavos. Se trata de sitios extremadamente secos y con poca vegetación, comparables a las zonas áridas y semi-áridas de nuestro planeta.


En estos lugares las precipitaciones son muy escasas y las temperaturas muy altas, por lo que hay poca agua disponible y es muy fácil que se evapore. Para sobrevivir aquí, las plantas necesitan grandes raíces para buscar agua y hojas pequeñas o espinas para no perderla. La mayoría de ellas son arbustos pequeños, a menudo de vida corta, y también aparecen numerosos líquenes y musgos. Este paisaje se observa también en Vaes Dothrak, la ciudad sagrada de los Dothraki.


Estas zonas tienen una producción vegetal muy baja y los animales que habitan en ella son pequeños y escasos. No es de extrañar, por tanto, que los enormes dragones de Daenerys tengan problemas para encontrar alimento en esta zona. De nuevo, no tenemos muy claro que en Essos el clima sea como el de Poniente y las estaciones se eternicen. Si así fuera, un verano o un invierno muy prolongados podrían hacer que el crecimiento vegetal se redujera todavía más y estas zonas quedaran convertidas en auténticos desiertos.

Vhalar morgulis: la vida se abre camino

En conclusión, la idea de las estaciones interminables de Juego de Tronos es muy original y sugerente, pero se enfrenta a serias dificultades técnicas en términos de la vida vegetal y animal. Las adaptaciones de la naturaleza son sorprendentes, así que es posible que en un mundo con estas circunstancias los seres vivos encontrasen la manera de acoplar sus procesos vitales al clima y sobrevivir. Sin embargo, los procesos concretos que lo harían posible son por el momento un tema para la imaginación.



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@biolonita

Fuentes de las imágenes:
Stylin online: lema de la casa Stark
Time: el Muro
TV guide: mamut
IGN latinoamérica: Ed Sheeran y Arya
The British Museum blog: Khalassar enorme
Bussinessinsider: jardines del agua
Bassmanbaine: Vaes dothrak
Elitedaily: promo temporada 8 dragón

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