¡Megalodón a la
vista!
Como aún soy
una superheroína un poco novata, he dedicado el verano a ampliar mis
súper-habilidades. Había pensado apuntarme a un curso de buceo, pero fui a ver
la peli de Megalodón (2018) y me entró miedo… ¿y
si me encontraba con uno de esos tiburones gigantescos en la playa?
Investigando un poco averigüé que el megalodón (Carcharadon megalodon) fue probablemente
el mayor pez que jamás haya existido, con más de 16 metros de largo y más de 45
toneladas de peso. Sin embargo, aunque dominó los mares durante unos 17 millones de años, lleva extinto más de 2. Esto me
tranquilizó, pero también me suscitó muchas preguntas. ¿Cómo pudo llegar a existir un animal
tan enorme? ¿Por qué desapareció? ¿Cómo es posible que sigamos encontrando
tiburones con una forma tan parecida, aunque más pequeños, actualmente? Al final me dediqué a investigar todo esto y no tuve tiempo para el curso de buceo, pero averigüé cosas muy interesantes. En una
entrada no hay tiempo para hablar de todo en profundidad, pero sí para una primera
aproximación a la evolución de las especies y el mecanismo que la hace posible:
la selección natural.
El registro
fósil es la evidencia más clara de que las especies han ido cambiando a lo
largo del tiempo. Examinando los fósiles, encontramos que la mayoría de las
especies solo aparecen durante un período determinado, más largo o más corto.
Algunas de ellas cuentan con individuos vivos hoy en día y otras no. Estas
observaciones, entre otras, provocaron un encarnizado debate sobre la
existencia de la evolución y sus mecanismos durante los siglos XVIII y XIX. Fue
entonces cuando El origen de las especies (1859)
de Charles Darwin sentó las bases de las teorías evolutivas modernas,
proponiendo la selección natural como su mecanismo principal.
Tal como la
entendemos hoy, la selección natural funciona como un filtro que solo permite
que ciertas características de una especie (caracteres) perduren en una
población. Esta selección viene determinada por las condiciones
medioambientales (bióticas y abióticas) que actúan sobre una población en un
momento y lugar concretos. Para que un carácter sufra selección deben darse
tres condiciones:
1. En la
población existe un carácter que varía entre unos y otros individuos (presenta
diferentes estados).
2. El
carácter es heredable (tiene base genética).
3. Existe una
condición del medio que favorece la supervivencia y/o reproducción de los
individuos con un determinado estado del carácter.
¡Veamos cómo
podría funcionar esto en una población de megalodones!
1. Existe variación en el carácter:
Imaginemos
una población de megalodones en la que vamos a observar una selección sobre el
carácter tamaño. Por supuesto, todos los individuos son enormes, pero no todos son igual de grandes; como en una población humana,
los hay más “altos” y más “bajos”. Pongamos que en nuestra población hay
animales de entre 15 y 23 metros de longitud. La longitud de cada animal será
su estado para el carácter tamaño.
2. El carácter es heredable:
Aunque el
tamaño depende de muchos factores, por ejemplo de lo bien alimentado que esté el animal, tiene una
base genética. Es decir, los megalodones grandes tienden a tener hijos grandes
y los megalodones pequeños, a tener hijos pequeños. Si te resulta más fácil,
piensa que las parejas de personas altas suelen tener hijos altos y las
parejas de personas bajas, hijos bajos.
3. Existe un filtro ambiental que
favorece un estado del carácter:
Si nuestra
población de megalodones vive en un ambiente estable (las mismas presas, la
misma temperatura del agua, etc.), la distribución de tamaños que hemos visto
tenderá a mantenerse igual durante muchas generaciones.
Sin embargo,
imagina que de repente las presas en esta zona empiezan a ser más pequeñas y
escasas. Los tiburones grandes necesitarán capturar muchas más presas para
conseguir una cantidad de comida suficiente para ellos y por tanto tendrán más
tendencia a morir de hambre y/o a no tener suficientes recursos para
reproducirse. Como los megalodones grandes se reproducirán menos, en la
población cada vez habrá menos hijos de tiburones grandes y más hijos de
tiburones pequeños.
Consecuencias de la selección
Si la
tendencia se mantiene el tiempo suficiente, al final en nuestra población no
quedará ningún tiburón grande.
Si nuestra
población de megalodones pequeños se mantiene de esta forma, es posible que
después de muchísimas generaciones acabe por diferenciarse tanto de la
población inicial que llegue a considerarse una especie diferente. Esta sería
una posible manera de que el megalodón diera origen a otra especie. Otras poblaciones
de megalodón que vivieran en otros sitios y no hubieran estado sometidas al
cambio de presas podrían mantenerse iguales. Ambas especies, que tendrían una relación
de “primas”, coexistirían en el mismo momento histórico.
¿Qué pasó realmente con el megalodón?
El megalodón
desapareció del registro fósil hace unos 2 millones de años. Se cree que su
extinción pudo estar relacionada con un cambio climático que enfrió los mares
y/o la desaparición de sus presas principales. Aunque las circunstancias
concretas aún no se han esclarecido, probablemente se produjo un cambio de
ecosistemas generalizado ya que en esta época también desaparecieron otras
especies de megafauna marina.
Para
entonces, ya existían otras especies de tiburones más pequeñas, “primas” de los
megalodones, que sí sobrevivieron. Algunas de ellas, como el tiburón blanco (Carcharodon
carcharis) o el tiburón mako (Isurus oxyrinchus), han llegado a
nuestros días y nos sirven para inferir cómo pudo ser el gigantesco megalodón a
partir de los escasos restos que nos quedan de él, como dientes y vértebras.
Comparación de dientes del megalodón y el tiburón blanco
Comparación tamaño corporal del megalodón, el tiburón blanco y el ser humano
Dado que el
megalodón no existe en nuestros días y además se cree que se alimentaba de
presas grandes, principalmente ballenas, es tranquilizador saber que este
coloso no puede aparecer por sorpresa mientras disfrutamos de la playa. Sin
embargo, su envergadura y la majestuosidad de sus “primos” vivos nunca dejarán
de sorprendernos.
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@biolonita
Fuentes de las imágenes:
Ecartelera: portada de Megalodón
Wikipedia: Darwin, El origen de las especies
Freepik: Dibujo de tiburón
Y dos blogs súper interesantes que os recomiendo visitar:
Fossilera: dientes de tiburones
Fossilguy: tamaños de tiburones
Wikipedia: Darwin, El origen de las especies
Freepik: Dibujo de tiburón
Y dos blogs súper interesantes que os recomiendo visitar:
Fossilera: dientes de tiburones
Fossilguy: tamaños de tiburones
Me ha encantado! 😳 Muy interesante esta entrada 👩🏫
ResponderEliminar¡Muchas gracias! Buscaré más temas de selección natural y evolución para próximas entradas :)
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
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