Animales
fantásticos y cómo nombrarlos
En el mundo mágico
de Harry Potter, Animales fantásticos y dónde encontrarlos es un libro de texto escrito por el famoso magizoólogo
Newton Scamander. Este último protagonizó su propia película, de título homónimo,
en 2016 y este fin de semana vuelve a la gran pantalla con su segunda parte, Los crímenes de Grindelwald. Newt es un
apasionado de los animales mágicos y su mayor deseo es estudiarlos y protegerlos.
Lo que las películas no mencionan es que el estudio sistemático de las especies
requiere un método de clasificación minucioso. Este método se denomina
nomenclatura binomial y fue establecido por Carlos Linneo, un célebre muggle del siglo XVIII, aunque no parece
que su propuesta haya calado en el mundo de los magos.
¿Por qué son importantes
los nombres?
Una vez
establecido qué consideramos una especie y cómo diferenciamos unas especies de
otras, es necesario que cada una pueda identificarse con un nombre único y
exclusivo que no dé lugar a equivocaciones (inequívoco). Sin embargo, es
difícil porque una misma especie suele recibir un nombre distinto en cada
lugar.
Tomemos como ejemplo el demiguise (cuyo nombre podría traducirse literalmente como “medio-aspecto” o “medio-disfraz”), un simio procedente del Lejano Oriente con largo pelo blanco y grandes ojos que tiene la capacidad de volverse invisible cuando se siente amenazado, así como de ver el futuro próximo. Lo más probable es que este animal, dependiendo de la región, reciba un nombre diferente. Además de demiguise, podría llamarse disguiser (“el que se disfraza”), demihider (“el que se medio-esconde”), monito vidente, o tarsero fantasma blanco (Nota: los tarseros son el grupo de primates al que probablemente pertenece este animal). A estos nombres se los denomina “nombres comunes” o “vulgares” y no tienen validez científica.
Tomemos como ejemplo el demiguise (cuyo nombre podría traducirse literalmente como “medio-aspecto” o “medio-disfraz”), un simio procedente del Lejano Oriente con largo pelo blanco y grandes ojos que tiene la capacidad de volverse invisible cuando se siente amenazado, así como de ver el futuro próximo. Lo más probable es que este animal, dependiendo de la región, reciba un nombre diferente. Además de demiguise, podría llamarse disguiser (“el que se disfraza”), demihider (“el que se medio-esconde”), monito vidente, o tarsero fantasma blanco (Nota: los tarseros son el grupo de primates al que probablemente pertenece este animal). A estos nombres se los denomina “nombres comunes” o “vulgares” y no tienen validez científica.
Por
descontado, es habitual que el nombre de cada animal varíe muchísimo de un idioma
a otro. Por citar otro animal fantástico, el escarbato, un pequeño topo con
pico de ornitorrinco y la costumbre de coleccionar objetos brillantes en el
bolsillo sin fondo de su tripa, en inglés se llama niffler (algo que no tengo muy claro cómo traducir).
¿Quién fue Linneo y qué
hizo?
Carlos Linneo
fue un científico sueco del siglo XVIII. Toda su vida estuvo vinculada al
ámbito académico, sobre todo enfocado a las especialidades de medicina y
botánica. A lo largo de su vida, recorrió varias universidades, llegando a ser
Rector de la Universidad de Upsala, en su Suecia natal, y encabezó multitud de
expediciones científicas a lugares recónditos como Laponia.
Su obra más célebre
es Systema naturae, publicada en
1735, en la que propone la clasificación de los seres vivos (y también la
materia mineral) en varias categorías y subcategorías. La mínima unidad de
clasificación es la especie. Las especies se agrupan en géneros, que a su vez
forman órdenes, que forman clases, que forman reinos. Las categoríastaxonómicas actuales (referidas a los taxones o grupos en los que clasificamos
a los seres vivos) se basan en la propuesta de Linneo.
Más allá de
eso, otra gran aportación de Linneo fue la nomenclatura binomial, es decir,
establecer que cada especie debía nombrarse de manera inequívoca mediante dos
palabras que la identificasen y diferenciasen sin lugar a duda. El nombre
binomial es lo que llamamos el “nombre científico” de una especie. Aunque
Linneo no fue el primero en proponer este sistema, fue quien lo sistematizó y
popularizó.
¿Cómo funciona la nomenclatura binomial?
La
nomenclatura binomial establece que cada especie se define por dos palabras, que
podríamos considerar su “nombre” y “apellido”. Estas palabras están en latín,
que era el idioma científico internacional por excelencia en la época de
Linneo, y suelen hacer referencia a alguna característica de la especie.
La primera palabra indica el género al que pertenece
la especie. Sería el “apellido” que comparten todas las especies de ese género.
Recordemos que un género no es más que una manera de agrupar varias especies
que están muy emparentadas entre sí, es decir, especies que descienden de un
mismo “abuelo” más o menos reciente, evolutivamente hablando, y son “primas”
cercanas.
Consideremos
que el demiguise pertenece al género Tarsius, un grupo de primates que
comúnmente se llaman tarseros o tarsios. Su nombre se debe a que una
de sus características más llamativas son sus largos huesos de pies (tarsos) y
manos (metatarsos). Estos animales son unos pequeños primates de cola larga que
viven en los árboles de las zonas tropicales del Sudeste Asiático, tienen
hábitos nocturnos y son muy esquivos. Este comportamiento, unido a sus grandes
ojos, ha llevado a que en muchos lugares se los considere fantasmas o demonios,
como ocurría en Europa con las lechuzas. También encaja con el hecho de que J.
K. Rowling y el equipo de Animales
fantásticos retratasen al demiguise como
una criatura huidiza y mística capaz de desaparecer a voluntad.
En cualquier
caso, las doce especies de tarsios que componen este género comparten la
palabra Tarsius como la primera de su
nombre científico, por lo que sería lógico que el nombre del demiguise también comenzase por Tarsius.
La segunda
palabra, el “nombre” propiamente dicho, es la que define realmente a la especie
y se denomina epíteto específico o nombre específico. Esta palabra suele ser un
adjetivo que indica alguna característica peculiar de la especie, como su
color, forma, lugar de procedencia o incluso su descubridor. Así, el Tarsius fuscus se llama así por su color
marrón y el Tarsius pelengensis,
porque vive en la isla de Peleng. Para el demiguise,
lo lógico sería buscar un nombre que destaque su característica mágica más
increíble: la de desaparecer. Por eso podríamos llamarlo Tarsius invisibilia (“tarsio invisible”).
Más ejemplos de animales
fantásticos
El escarbato o niffler seguramente pertenezca al género Talpa, es decir, al género de los topos, que como sabemos son
mamíferos excavadores que suelen vivir bajo tierra y están distribuidos por
toda Eurasia. Dado que el escarbato es un topo mágico que solo se encuentra en
la isla de Gran Bretaña, su epíteto específico podría hacer referencia a su
lugar de procedencia, es decir, Talpa
anglicanus (“topo inglés”).
Otra de las
criaturas mágicas que podemos encontrar en la sorprendentemente grande maleta
de viaje de Newt es el nundu, un
felino gigantesco similar a un leopardo y originario del este de África. El nundu está considerado el animal más
peligroso del mundo mágico por su ferocidad y su aliento tóxico. Además, en las
películas de Animales fantásticos, el
nundu puede hinchar la zona de alrededor
de su cuerpo como si de la melena de un león se tratase cuando está enfadado o
trata de intimidar a otro animal. Tanto el león (Panthera leo) como el leopardo (Panthera
pardus) pertenecen al mismo género, por lo que es lógico pensar que este
sea también el del nundu. Lo más
lógico es que el nombre científico del nundu
estuviera relacionado con su mortal aliento, por lo que podría denominarse Panthera foetidus (“pantera” o, en
términos generales, “animal de presa”, “fétida” o “maloliente”).
No podíamos
acabar la entrada sin hablar del Bowtruckle
(cuyo nombre significa algo así como “reverencia dócil” o “siervo en forma
de arco”, aunque también podría ser un juego de palabras con el término trunk, “tronco”). Este pequeño guardián
de los árboles que Newt suele llevar en el hombro o en el bolsillo es
probablemente la criatura más desconcertante en cuanto a clasificación. Tiene
el aspecto de una pequeña rama o brote y parece más una planta que un animal.
Sin embargo, como la película se titula Animales
fantásticos, interpretaremos que se trata en efecto de un animal y, en ese
caso, podemos identificarlo con un insecto palo, insecto hoja o insecto
corteza. Estos insectos reciben el nombre de fásmidos (que procede del término
griego para “fantasma” o “espectro”). En Europa hay algo más de quince especies
de fásmidos, todas en la región mediterránea, lo cual resulta desconcertante
dado que el Bowtruckle habita en el
norte del continente. Teniendo en cuenta estas notables diferencias, en el caso
de esta criatura que protege los árboles parece apropiado crear un nuevo género
al que podríamos llamar Custos (“guardián”)
que solo tendría una especie, el Bowtruckle.
Para completar la definición sería adecuado decir Custos silvaticum
(“guardián salvaje” o “guardián de los bosques”).
¿Qué os
parecen las sugerencias? ¿Se os ocurre alguna otra propuesta de nombre
científico para las criaturas de Animales
fantásticos?
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@biolonita
Nota: No sé latín, así que pido disculpas si alguno de los nombres que he inventado para los animales no son correctos gramaticalmente. He escrito estas palabras por similitud a algunos nombres científicos conocidos y con la ayuda del traductor de Google.
Fuentes de las imágenes:
Harry Potter Wiki: pósters de Animales Fantásticos y Animales Fantásticos 2, dibujo demiguise, nundu
Pottermore: foto escarbato 1, foto demiguise, bowtruckle
Wikipedia: Linneo, portada Systema Naturae
Freepik: gente hablando distintos idiomas, felinos, cartel nombre
Arkive: Tarsius tarsier, Tarsius syrichta
Paytm entertainment (via Warner Bros): demiguise 2
eCartelera: escarbato 2
Imbd: Newt y bowtruckle
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