La lectura
del más fuerte
El origen de las especies de Charles Darwin, publicado en
noviembre de 1859, es sin lugar a dudas una de las obras más influyentes de la
Historia de la Biología. Darwin no fue ni mucho menos el primero en hablar de
evolución, pero sí que sugirió la idea de la selección natural como el
principal mecanismo evolutivo. Sus ideas sentaron la base para toda la
investigación posterior en Biología y, unidas a descubrimientos principalmente
ligados a la genética, dieron origen a la moderna Teoría Sintética de la Evolución. A pesar de ello, en la actualidad Darwin tiene algunos detractores
que aseguran que sus ideas son rígidas o inexactas y de vez en cuando aparece
algún debate acerca del tema en la comunidad científica. ¿Fue Darwin un genio o
simplemente tuvo suerte por casualidad? ¿Idolatramos de manera excesiva su libro
o es, en efecto, una obra maestra? Mi objetivo con la entrada de hoy no es
analizar exhaustivamente El origen de las
especies ni llegar a una respuesta absoluta sobre su validez, que es algo
sobre lo que ya se ha debatido extensamente. Por el contrario, quiero compartir
con vosotros mi opinión personal acerca de esta obra fundamental para la
Ciencia y la manera en que entendemos el mundo natural.
Pero, ¿quién ha leído
realmente El origen de las especies?
Creo que no
puede realizarse una crítica sobre un libro que no se ha leído o una película
que no se ha visto. Por eso, quiero confesar que no he leído El origen de las especies entero. Esto
no quiere decir que la obra sea densa, aburrida o complicada. Por el contrario,
me parece un libro muy bien estructurado y fácil de leer ya que, como buen
tratado científico, está organizado en capítulos y secciones con títulos muy
explicativos. Además, la mayoría de estas secciones son bastante breves, lo que
agiliza la lectura.
El problema es
que a mí me encanta leer ficción pero el ensayo se me atraganta. Por supuesto,
me apasionan las Ciencias y en particular la Biología, y disfruto viendo
documentales y leyendo artículos tanto divulgativos como técnicos. Sin embargo,
cuando me siento a leer lo que realmente me gusta es la novela, el relato y el cómic. ¿Qué
se podía esperar de una superheroína?
En cualquier
caso, voy lenta pero segura. Comencé El
origen de las especies el año pasado y lo estoy leyendo poco a poco, a
ritmo de quizá medio capítulo al mes, pero os aseguro que me está gustando y lo
recomiendo como obra de referencia para cualquiera que esté interesado en
evolución. Dicho esto, considero que llevo suficiente camino andado (seis de
quince capítulos) como para poder juzgar el libro.
¿Cómo se le ocurrió a Darwin
la idea de selección natural?
No considero
que Darwin fuera un visionario. Desde el siglo XVIII ya habían comenzado a
surgir diversas teorías evolucionistas que, en oposición al generalizado
fijismo o creacionismo imperante en la época, sostenían que las especies no
habían sido creadas tal cual las vemos actualmente sino que provendrían unas de
otras. Darwin simplemente observó las evidencias y ató cabos.
Los fósiles como estos Trilobites fueron una de las primeras evidencias del cambio de los organismos a lo largo del tiempo.
Estoy completamente convencido de que las especies no son inmutables y de que las que pertenecen a lo que se llama el mismo género son descendientes directos de alguna otra especie, generalmente extinguida, de la misma manera que las variedades reconocidas de una especie son los descendientes de ésta.
El origen de las especies.
Introducción
Durante su
famoso viaje en el Beagle, Darwin
tuvo la oportunidad de recabar numerosos datos sobre los organismos que habitan
en diferentes lugares del planeta y constató las similitudes y diferencias
entre unas y otras especies. Esto le hizo cuestionarse los límites de lo que
denominamos especie y variedades, ya que animales teóricamente de la misma
especie de zonas lejanas presentan rasgos excesivamente diferentes mientras que
especies consideradas diferentes (distintas especies de escarabajos, palomas,
etc) pueden de vez en cuando mostrar características parecidas.
Los diferentes picos de los pinzones de las Galápagos (llamados comúnmente pinzones de Darwin) son uno de los más célebres animales observados por Darwin en su viaje y uno de los ejemplos más famosos de evolución.
Hace muchos años, comparando y viendo
comparar a otros las aves de las islas -muy próximas entre sí- del Archipiélago
de los Galápagos, unas con otras y con las del continente americano, quedé muy
sorprendido de lo completamente arbitraria y vaga que es la distinción entre
especies y variedades. (…)
Cuando un joven naturalista empieza el
estudio de un grupo de organismos completamente desconocido para él, al
principio vacila mucho en determinar qué diferencias ha de considerar como
específicas y cuáles como de variedad.
El origen de las especies.
Capítulo II. La variación
en la naturaleza.
Tras un exhaustivo
análisis descriptivo, la conclusión lógica era que deducir que las especies
proceden unas de otras. De hecho, con el número de pruebas suficiente, esta
idea era “tan evidente” que Alfred Wallace, otro naturalista al que seguramente
conocéis, sugirió el mecanismo de selección natural de manera independiente a
su colega un par de años antes de la publicación de El origen de las especies.
Este tipo de
coincidencia no es infrecuente. Otros ejemplos famosos son el de Newton y
Leibniz, que discutieron sobre cuál de ellos había inventado el cálculo
infinitesimal antes, o el de Tesla y Edison por sus propuestas de corriente
eléctrica. Personalmente creo que, si en un determinado momento histórico se
dispone de suficiente información y/o avance técnico, varias personas pueden
llegar a la misma solución de un problema simultáneamente. Es decir, opino que
si Darwin no hubiera publicado sus ideas, el concepto de selección natural como
mecanismo evolutivo hubiera cobrado fuerza igualmente gracias a Wallace o algún
otro.
¿Son consistentes las ideas
de Darwin?
Como
hemos mencionado, Darwin comenzó a desarrollar sus investigaciones a raíz de su
viaje en el Beagle. Sin embargo, la
mayor parte de las evidencias que presenta en El origen de las especies se deben a otros naturalistas, a los que
cita merecidamente, y sobre todo se trata de ejemplos de animales o plantas domésticos.
Esto tiene mucho sentido, ya que es relativamente sencillo observar las
diferencias que se producen en las especies a lo largo de varias generaciones
en animales domésticos como palomas, caballos o bueyes. Además, el cambio en
estas especies puede ser relativamente rápido ya que están sometidas a una
selección natural por parte del ser humano. Por si fuera poco, Darwin se apoya
en la opinión de agricultores, horticultores, ganaderos y criadores expertos,
lo que da mucho peso a sus pruebas.
Con ser grandes como lo son las
diferencias entre las razas de palomas, estoy plenamente convencido de que la
opinión común de los naturalistas es justa, o sea que todas descienden de la
paloma silvestre (Columba
livia), incluyendo en esta denominación
diversas razas geográficas o subespecies que difieren entre sí en puntos muy
insignificantes.
El origen de las especies.
Capítulo I. Variación en estado
doméstico.
A pesar de
ello, basar la mayoría de El origen de
las especies en la selección artificial de especies domésticas presenta
ciertas limitaciones. Las presiones a las que pueden estar sometidas las especies en la naturaleza son bastante distintas y algunos de los procesos observados en animales domésticos podrían ocurrir de manera diferente. Tal vez por ello Darwin centra su argumentación en que la
selección natural es el resultado de una competencia entre los individuos de
cada especie y entre las distintas especies, la conocida supervivencia del más fuerte (en realidad, del más apto).
¡Qué lucha debe de haberse efectuado
durante largos siglos entre las diferentes especies de árboles esparciendo cada
uno sus semillas por millares! ¡Qué guerra entre insectos e insectos, entre
insectos, caracoles y otros animales y las aves y mamíferos de presa,
esforzándose todos por aumentar, alimentándose todos unos de otros, o de los
árboles, sus semillas y pimpollos, o de otras plantas que cubrieron antes el
suelo e impidieron así el crecimiento de los árboles!
El origen de las especies.
Capítulo III. La lucha por la existencia.
En contraste,
Wallace da más importancia al clima y la geografía. Estos factores también son
mencionados en El origen de las especies,
pero tienen menos protagonismo. La explicación podría ser que Wallace viajó más
que Darwin y reunió muchos más datos acerca de la distribución de las especies
naturales (no en vano se le considera el padre de la biogeografía) y las
características físicas de los lugares en que viven. Por tanto, sus ideas son
también necesarias para la selección natural como la entendemos hoy en día.
¿Es El origen de las especies la verdad absoluta?
Definitivamente,
no. Probablemente ya habréis deducido que, en contra del imaginario popular,
Darwin no fue ningún profeta ni se deben tomar sus palabras al pie de la letra. Si
bien sentó las bases para las ideas actuales sobre evolución, todavía quedaba
mucho para llegar a la moderna Teoría de la Evolución Sintética, que incorpora
importantes modificaciones a las ideas de Darwin. Estas puntualizaciones se deben principalmente al
ámbito de la genética, que se desarrolló durante el siglo XX.
En cualquier
caso, no cabe duda de que esta obra reúne
un conjunto consistente de evidencias acerca del funcionamiento de la
evolución. De hecho, muchos de los procesos que se mencionan en el libro,
comprobados posteriormente en muchas otras especies y concretados con
conocimientos modernos sobre matemáticas y genética, siguen siendo enseñándose
a día de hoy. En conclusión, El origen de
las especies no es perfecto, pero lo considero una obra indispensable en la
Historia de la Ciencia.
Para que en una especie se efectúe
alguna modificación grande, una variedad ya formada tuvo que variar de nuevo
-quizá después de un gran intervalo de tiempo-, o tuvo que presentar
diferencias individuales de igual naturaleza que antes, y éstas tuvieron que
ser de nuevo conservadas, y así, progresivamente, paso a paso.
El origen de las especies.
Capítulo IV. La selección natural o la supervivencia de los más aptos.
Capítulo IV. La selección natural o la supervivencia de los más aptos.
Famoso dibujo con el que Darwin explica sus ideas sobre cómo unas especies están relacionadas con otras.
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Fuentes de las imágenes:
Wikipedia: página de El origen de las especies
Pexels: libros, mujer leyendo
Pixabay: Trilobites, palomas, puzzle ADN
Freepik: animales de la jungla
Unsplash: bola del mundo
Pinterest: esquema de Darwin
no parece una opinión mas bien parece un resumen ??
ResponderEliminarEl objetivo principal del blog es la divulgación, por lo que tienes razón, realmente hay más parte de exposición que de opinión. La verdad es que lo titulé así porque menciono algunas impresiones personales, sobre todo al principio de la entrada.
ResponderEliminarLe he cambiado el título de "Una opinión personal sobre el origen de las especies" a "Entendiendo el origen de las especies".
Gracias por el feedback, espero que te gustara la entrada.