martes, 27 de noviembre de 2018

Una opinión personal sobre El origen de las especies


La lectura del más fuerte

El origen de las especies de Charles Darwin, publicado en noviembre de 1859, es sin lugar a dudas una de las obras más influyentes de la Historia de la Biología. Darwin no fue ni mucho menos el primero en hablar de evolución, pero sí que sugirió la idea de la selección natural como el principal mecanismo evolutivo. Sus ideas sentaron la base para toda la investigación posterior en Biología y, unidas a descubrimientos principalmente ligados a la genética, dieron origen a la moderna Teoría Sintética de la Evolución. A pesar de ello, en la actualidad Darwin tiene algunos detractores que aseguran que sus ideas son rígidas o inexactas y de vez en cuando aparece algún debate acerca del tema en la comunidad científica. ¿Fue Darwin un genio o simplemente tuvo suerte por casualidad? ¿Idolatramos de manera excesiva su libro o es, en efecto, una obra maestra? Mi objetivo con la entrada de hoy no es analizar exhaustivamente El origen de las especies ni llegar a una respuesta absoluta sobre su validez, que es algo sobre lo que ya se ha debatido extensamente. Por el contrario, quiero compartir con vosotros mi opinión personal acerca de esta obra fundamental para la Ciencia y la manera en que entendemos el mundo natural.




Pero, ¿quién ha leído realmente El origen de las especies?

Creo que no puede realizarse una crítica sobre un libro que no se ha leído o una película que no se ha visto. Por eso, quiero confesar que no he leído El origen de las especies entero. Esto no quiere decir que la obra sea densa, aburrida o complicada. Por el contrario, me parece un libro muy bien estructurado y fácil de leer ya que, como buen tratado científico, está organizado en capítulos y secciones con títulos muy explicativos. Además, la mayoría de estas secciones son bastante breves, lo que agiliza la lectura.


El problema es que a mí me encanta leer ficción pero el ensayo se me atraganta. Por supuesto, me apasionan las Ciencias y en particular la Biología, y disfruto viendo documentales y leyendo artículos tanto divulgativos como técnicos. Sin embargo, cuando me siento a leer lo que realmente me gusta es la novela, el relato y el cómic. ¿Qué se podía esperar de una superheroína?


En cualquier caso, voy lenta pero segura. Comencé El origen de las especies el año pasado y lo estoy leyendo poco a poco, a ritmo de quizá medio capítulo al mes, pero os aseguro que me está gustando y lo recomiendo como obra de referencia para cualquiera que esté interesado en evolución. Dicho esto, considero que llevo suficiente camino andado (seis de quince capítulos) como para poder juzgar el libro.


¿Cómo se le ocurrió a Darwin la idea de selección natural?

No considero que Darwin fuera un visionario. Desde el siglo XVIII ya habían comenzado a surgir diversas teorías evolucionistas que, en oposición al generalizado fijismo o creacionismo imperante en la época, sostenían que las especies no habían sido creadas tal cual las vemos actualmente sino que provendrían unas de otras. Darwin simplemente observó las evidencias y ató cabos.

Los fósiles como estos Trilobites fueron una de las primeras evidencias del cambio de los organismos a lo largo del tiempo.

Estoy completamente convencido de que las especies no son inmutables y de que las que pertenecen a lo que se llama el mismo género son descendientes directos de alguna otra especie, generalmente extinguida, de la misma manera que las variedades reconocidas de una especie son los descendientes de ésta.
El origen de las especies.
Introducción

Durante su famoso viaje en el Beagle, Darwin tuvo la oportunidad de recabar numerosos datos sobre los organismos que habitan en diferentes lugares del planeta y constató las similitudes y diferencias entre unas y otras especies. Esto le hizo cuestionarse los límites de lo que denominamos especie y variedades, ya que animales teóricamente de la misma especie de zonas lejanas presentan rasgos excesivamente diferentes mientras que especies consideradas diferentes (distintas especies de escarabajos, palomas, etc) pueden de vez en cuando mostrar características parecidas.

Los diferentes picos de los pinzones de las Galápagos (llamados comúnmente pinzones de Darwin) son uno de los más célebres animales observados por Darwin en su viaje y uno de los ejemplos más famosos de evolución.

Hace muchos años, comparando y viendo comparar a otros las aves de las islas -muy próximas entre sí- del Archipiélago de los Galápagos, unas con otras y con las del continente americano, quedé muy sorprendido de lo completamente arbitraria y vaga que es la distinción entre especies y variedades. (…)
Cuando un joven naturalista empieza el estudio de un grupo de organismos completamente desconocido para él, al principio vacila mucho en determinar qué diferencias ha de considerar como específicas y cuáles como de variedad.
El origen de las especies.
Capítulo II. La variación en la naturaleza.

Tras un exhaustivo análisis descriptivo, la conclusión lógica era que deducir que las especies proceden unas de otras. De hecho, con el número de pruebas suficiente, esta idea era “tan evidente” que Alfred Wallace, otro naturalista al que seguramente conocéis, sugirió el mecanismo de selección natural de manera independiente a su colega un par de años antes de la publicación de El origen de las especies.

Este tipo de coincidencia no es infrecuente. Otros ejemplos famosos son el de Newton y Leibniz, que discutieron sobre cuál de ellos había inventado el cálculo infinitesimal antes, o el de Tesla y Edison por sus propuestas de corriente eléctrica. Personalmente creo que, si en un determinado momento histórico se dispone de suficiente información y/o avance técnico, varias personas pueden llegar a la misma solución de un problema simultáneamente. Es decir, opino que si Darwin no hubiera publicado sus ideas, el concepto de selección natural como mecanismo evolutivo hubiera cobrado fuerza igualmente gracias a Wallace o algún otro.




¿Son consistentes las ideas de Darwin?

Como hemos mencionado, Darwin comenzó a desarrollar sus investigaciones a raíz de su viaje en el Beagle. Sin embargo, la mayor parte de las evidencias que presenta en El origen de las especies se deben a otros naturalistas, a los que cita merecidamente, y sobre todo se trata de ejemplos de animales o plantas domésticos. Esto tiene mucho sentido, ya que es relativamente sencillo observar las diferencias que se producen en las especies a lo largo de varias generaciones en animales domésticos como palomas, caballos o bueyes. Además, el cambio en estas especies puede ser relativamente rápido ya que están sometidas a una selección natural por parte del ser humano. Por si fuera poco, Darwin se apoya en la opinión de agricultores, horticultores, ganaderos y criadores expertos, lo que da mucho peso a sus pruebas.

Con ser grandes como lo son las diferencias entre las razas de palomas, estoy plenamente convencido de que la opinión común de los naturalistas es justa, o sea que todas descienden de la paloma silvestre (Columba livia), incluyendo en esta denominación diversas razas geográficas o subespecies que difieren entre sí en puntos muy insignificantes.
El origen de las especies.
Capítulo I. Variación en estado doméstico.



A pesar de ello, basar la mayoría de El origen de las especies en la selección artificial de especies domésticas presenta ciertas limitaciones. Las presiones a las que pueden estar sometidas las especies en la naturaleza son bastante distintas y algunos de los procesos observados en animales domésticos podrían ocurrir de manera diferente. Tal vez por ello Darwin centra su argumentación en que la selección natural es el resultado de una competencia entre los individuos de cada especie y entre las distintas especies, la conocida supervivencia del más fuerte (en realidad, del más apto).

¡Qué lucha debe de haberse efectuado durante largos siglos entre las diferentes especies de árboles esparciendo cada uno sus semillas por millares! ¡Qué guerra entre insectos e insectos, entre insectos, caracoles y otros animales y las aves y mamíferos de presa, esforzándose todos por aumentar, alimentándose todos unos de otros, o de los árboles, sus semillas y pimpollos, o de otras plantas que cubrieron antes el suelo e impidieron así el crecimiento de los árboles! 
El origen de las especies.
Capítulo III. La lucha por la existencia.



En contraste, Wallace da más importancia al clima y la geografía. Estos factores también son mencionados en El origen de las especies, pero tienen menos protagonismo. La explicación podría ser que Wallace viajó más que Darwin y reunió muchos más datos acerca de la distribución de las especies naturales (no en vano se le considera el padre de la biogeografía) y las características físicas de los lugares en que viven. Por tanto, sus ideas son también necesarias para la selección natural como la entendemos hoy en día.




¿Es El origen de las especies la verdad absoluta?

Definitivamente, no. Probablemente ya habréis deducido que, en contra del imaginario popular, Darwin no fue ningún profeta ni se deben tomar sus palabras al pie de la letra. Si bien sentó las bases para las ideas actuales sobre evolución, todavía quedaba mucho para llegar a la moderna Teoría de la Evolución Sintética, que incorpora importantes modificaciones a las ideas de Darwin. Estas puntualizaciones se deben principalmente al ámbito de la genética, que se desarrolló durante el siglo XX.


En cualquier caso, no cabe duda de que esta obra reúne un conjunto consistente de evidencias acerca del funcionamiento de la evolución. De hecho, muchos de los procesos que se mencionan en el libro, comprobados posteriormente en muchas otras especies y concretados con conocimientos modernos sobre matemáticas y genética, siguen siendo enseñándose a día de hoy. En conclusión, El origen de las especies no es perfecto, pero lo considero una obra indispensable en la Historia de la Ciencia.

Para que en una especie se efectúe alguna modificación grande, una variedad ya formada tuvo que variar de nuevo -quizá después de un gran intervalo de tiempo-, o tuvo que presentar diferencias individuales de igual naturaleza que antes, y éstas tuvieron que ser de nuevo conservadas, y así, progresivamente, paso a paso. 
El origen de las especies.
Capítulo IV. La selección natural o la supervivencia de los más aptos.

Famoso dibujo con el que Darwin explica sus ideas sobre cómo unas especies están relacionadas con otras.


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@biolonita


Fuentes de las imágenes:
Biografías resumidas: Darwin, pinzones, Wallace
Unsplash: bola del mundo
Pinterest: esquema de Darwin

2 comentarios:

  1. no parece una opinión mas bien parece un resumen ??

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  2. El objetivo principal del blog es la divulgación, por lo que tienes razón, realmente hay más parte de exposición que de opinión. La verdad es que lo titulé así porque menciono algunas impresiones personales, sobre todo al principio de la entrada.
    Le he cambiado el título de "Una opinión personal sobre el origen de las especies" a "Entendiendo el origen de las especies".
    Gracias por el feedback, espero que te gustara la entrada.

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