Super
Biolonita Bros
Si el cine es
el séptimo arte, podríamos decir que los videojuegos son el octavo. Un
videojuego no solo se basa en nuestra habilidad para superar desafíos, puzzles y
batallas, sino que nos involucra en una historia. A menudo, nos permiten
convertirnos en protagonistas de una aventura épica o en creadores de nuestro
propio mundo. Por eso, me encantó que la película Rompe Ralph (2012) se inspirase en el ámbito de los videojuegos
para crear unos personajes carismáticos y una trama original, a la vez que
incluía guiños y menciones a algunos de nuestros juegos favoritos. Mientras
esperamos a ver la segunda parte, Ralph Rompe Internet (2018), que se estrena este miércoles, quiero hacer mi
peculiar homenaje al “octavo arte” hablándoos de algunos videojuegos que se inspiran
en temas de Biología. No pretendo hacer un ranking
de los mejores juegos sobre Biología ni hacer ningún tipo de publicidad, sino
comentar algunos títulos que me parecen especialmente interesantes. ¡Pulsemos Start new game y comencemos la partida!
Spore: Érase una vez la
evolución
Spore (2008), desarrollado por Electronic Arts, es el juego de evolución por excelencia.
Inicialmente se lanzó para Windows,
pero actualmente también está disponible en Android.
En él, el jugador controla el destino de un linaje de especies ficticio que
llega a un planeta en forma de espora (spore,
en inglés), de acuerdo a la hipótesis de la panspermia, que propone este como el
origen de la vida en la Tierra.
El jugador
comienza siendo una célula y, si sobrevive, va avanzando a los estadíos de
criatura, tribu, civilización y conquista del espacio. Aunque en estos últimos
pasos se trata de un juego de estrategia más que de simulación, los primeros
estadíos permiten posibilidades de creación muy originales. La célula comienza
con unos pocos atributos básicos (como el modo de alimentación) y según
progresa, encuentra recursos y toma decisiones obtiene unas u otras
características.
Estadío de célula
Spore no refleja la selección natural, ya que sus especies son
homogéneas, es decir, todos sus individuos son iguales. Además, muestra una
historia evolutiva lineal, en la que unas especies “más avanzadas” sustituyen a
otras, cuando en realidad de una especie pueden derivar varias, la especie
inicial no tiene por qué desaparecer y es erróneo considerar que unas sean “más
avanzadas” o “más evolucionadas” que otras. Spore
también ha sido acusado de lamarckismo, un concepto evolutivo según el cual
los descendientes heredan las características que sus progenitores han obtenido
a lo largo de su vida.
Estadío de criatura
Sin embargo,
nadie puede negar que Spore es un
juego muy divertido y que incluir todos los detalles que hemos mencionado
habría sido extremadamente complejo. Además, a pesar de todo Spore logra transmitir la idea de
constante cambio subyacente al concepto de evolución.
Menú de creación de criatura
Niche: El poder de la
variación genética
Niche: a genetics survival game (2017) es un juego indie, es decir, que fue desarrollado por un estudio con pocos
recursos (Stray Fawn Studio), que
también se centra en la supervivencia y el progreso de una especie. Este juego es
científicamente más preciso que Spore,
si bien debemos tener en cuenta que se trata de un título más moderno y con un
modo de juego distinto. Spore podría
verse más como un juego de aventura, en el que controlamos el movimiento de un
individuo o un grupo de individuos de manera directa, mientras que Niche tiene más que ver con la
estrategia y la distribución de recursos, ya que se trata de personajes
moviéndose por un escenario tipo tablero con unas posibles acciones en cada
turno (día). Podríamos decir que Niche se
centra más en la microevolución (cambios evolutivos en poblaciones o especies
en un tiempo relativamente corto) y Spore
en la macroevolución (historia de un linaje evolutivo durante un tiempo
geológicamente más significativo).
En Niche controlamos una población de un
mamífero cuadrúpedo que según la partida puede parecerse a un felino, un
perro, un conejo, un ciervo… Comenzamos con un individuo que, según explora, va
encontrando otros y va formando una especie de manada.
Cada individuo del grupo
presenta unas características particulares, indicadas en forma de hebra de ADN
en la parte inferior de la pantalla. Estas características, según cómo
actuemos, pueden extenderse entre los miembros de nuestro grupo o no. Estos
rasgos pueden ser determinantes para las diferentes situaciones que nos plantee
el mapa, que van desde la competencia con otras especies a cambios en el clima.
De ese modo, Niche presenta de manera
bastante acertada la diversidad genética y los procesos de genética de
poblaciones.
Su nombre hace
referencia al concepto de nicho ecológico, que es, de manera aproximada, “el
papel” que una especie desempeña en su ecosistema y viene determinado por su
tolerancia a diferentes variables ambientales y sus interacciones con otras
especies.
Agar.io: La batalla de las
células
La lucha por la
supervivencia también es parte de Agar.io, que apareció en 2015 en una
plataforma online. En él, cada jugador controla una célula que debe moverse por
un mapa capturando alimento, incluidas otras células, para crecer. El objetivo
es aguantar el mayor tiempo posible sin ser devorado, así que se trata de un
juego rápido que requiere habilidad, estrategia y algo de suerte.
A pesar de su
aspecto simple de círculos de colores sobre fondo blanco, Agar.io se convirtió en poco tiempo en todo un fenómeno por su
facilidad de controles y lo emocionantes que pueden resultar sus partidas. De
hecho, los vídeos de gente jugando a esto (gameplays)
se volvieron extremadamente populares: alianzas, encerronas, partidas que se
terminan súbitamente de manera inesperada…
Es cierto que Agar.io podría haber funcionado igual de
bien si se hubiera considerado solo como formas geométricas, pero
contextualizarlo como células peleando en un espacio cerrado me parece buena
idea. De hecho, los cultivos celulares, especialmente de bacterias, suelen
hacerse en placas Petri que contienen agar, una sustancia gelatinosa que
producen algunas algas. Agar.io ha
tenido tanto éxito que han ido surgiendo otros con un modo de juego parecido
como Slither.io, en el que el jugador
controla un gusano.
Plague.inc: El apocalipsis
de la especie humana
Continuando con
el mundo de los microorganismos, otro juego que destaca es Plague.inc (2012), en el que el jugador controla un patógeno cuyo
objetivo es infectar y aniquilar a la especie humana. Plague.inc, desarrollado por Ndemic
Creations, está disponible para varias plataformas pero sin duda es en
dispositivos móviles donde ha tenido mayor éxito.
La interfaz
principal de Plague.inc es una visión
fija de un mapamundi, que se va coloreando de rojo según nuestra enfermedad
infecta diferentes regiones. Otro menú nos permite, según progresamos, incluir
nuevas características a nuestro patógeno. Esto incluye diferentes modos de
transmisión o síntomas que produce a los infectados.
El patógeno puede ser una
bacteria, virus, hongo, parásito, prion, nanovirus o bioarma, además de varios
patógenos especiales como la gripe simia (que procede de la saga El planeta de los simios) o la plaga
sombría (relacionada con los vampiros). El juego termina cuando consigues matar
a la totalidad de la población del planeta o bien cuando consiguen encontrar
una cura y la distribuyen hasta que no queda nadie infectado.
Plague.inc es divertido, y ganarlo requiere mucha
habilidad. Pero además de eso, el mayor mérito del juego reside en lo bien que
simula los escenarios de propagación de una enfermedad. Consigue que el jugador
aprenda cómo actúa una enfermedad, dependiendo de sus características. Tal vez
sea muy mortal pero precisamente por eso no consiga un alto porcentaje de
infección. O quizá, por el contrario, sea extremadamente infecciosa hasta el
punto de contagiar al mundo entero pero el juego se quede estancado porque no
resulta mortal. Plague.inc, en
definitiva, realiza una excelente labor de divulgación y concienciación sin
necesidad de presentar fórmulas complicadas, a pesar de que las matemáticas se
encuentran detrás de los patrones de infección, y haciendo que el jugador se
enfrente a un auténtico reto.
Equilinox: Los ecosistemas
también cambian
Con los
ejemplos anteriores hemos visto que nos encanta que los animales y las células
exploren y peleen por extenderse. Sin embargo, a menudo olvidamos que los
sistemas naturales son escenarios complejos en los que participan multitud de
especies. Equilinox (2018) acaba de
lanzarse hace menos de una semana, pero tiene papeletas para convertirse en un
título popular entre los amantes de los juegos de simulación y creación. Este
juego nos permite crear un ecosistema, desde que una zona en la que no existen
vegetación ni animales es colonizada por pequeñas plantas hasta que se
convierte en un bosque de enormes árboles y grandes mamíferos. Es decir, se
basa en el concepto de sucesión ecológica.
Equilinox no tiene un objetivo específico, sino
que pone a nuestra disposición diversas opciones para que exploremos y creemos
a nuestro gusto (lo que se conoce como un sandbox
game). Aunque en este tipo de juegos no existe un modo de progreso definido,
sí que podemos ir desbloqueando infinidad de especies diferentes y añadir
elementos a nuestro escenario. Además, las especies que incluyamos en nuestra
partida pueden modificar el ambiente e interactuar con otras especies. Otra
opción interesante del juego es que ofrece la posibilidad de modificar
genéticamente, y por tanto evolucionar, las especies según transcurre el
tiempo, lo que puede hacer que sean más o menos exitosas en su ambiente.
Menú para modificar especies.
La única inexactitud que detecto en este juego es que podría transmitir erróneamente la idea de que cuanto más complejo es un ecosistema (más especies, mayor número de individuos, etc), es “mejor”; o que “lo mejor” es que todos los ecosistemas tengan árboles grandes tipo bosque. En realidad, aunque desde que la vida coloniza un lugar tiende a existir un reemplazo de especies, apareciendo cada vez especies mayores y más complejas, el estadío final de cada ecosistema depende de multitud de características. Cada lugar tiene unas especies determinadas, desde las praderas templadas a las selvas tropicales, que no son peores ni mejores que las de otro sistema.
Menú para añadir especies
En cualquier
caso, Equilinox parece un juego muy
bien planteado desde el punto de vista científico que transmite la idea de
interacción entre todas las especies de un ecosistema y su entorno y muestra
los complejos cambios que pueden tener lugar entre ellos a lo largo del tiempo.
Me dejo muchos
títulos en el tintero, desde juegos sobre operaciones de cirugía hasta otros
que consisten en explorar mundos o guiar a un animal a través de ellos, pero he
mencionado los que considero más relevantes desde el punto de vista de los
conceptos biológicos, y también los que más me gustan personalmente. ¿Qué
opináis? ¿Conocéis algún otro juego relacionado con biología o medio ambiente?
¿Tal vez con alguna especie en concreto?
Fuentes de las imágenes:
Filmaffinity: Rompe Ralph, Ralph Rompe Internet
Wikipedia: Carátula de Spore
Steam: estadío de célula y criatura en Spore, imágenes de Niche, imágenes de Equilinox
Mobygames: menú de creación de Spore
Agar.io: Logo Agar.io
Pixabay: cultivo celular, virus
Plague.inc: logo e imágenes de Plague.inc
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Fuentes de las imágenes:
Filmaffinity: Rompe Ralph, Ralph Rompe Internet
Wikipedia: Carátula de Spore
Steam: estadío de célula y criatura en Spore, imágenes de Niche, imágenes de Equilinox
Mobygames: menú de creación de Spore
Agar.io: Logo Agar.io
Pixabay: cultivo celular, virus
Plague.inc: logo e imágenes de Plague.inc
Excelente, felicitaciones por compartir sus experiencias.
ResponderEliminarMuchas gracias, Delia
EliminarExcelente, felicitaciones por compartir sus experiencias.
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