jueves, 10 de febrero de 2022

Rachel Carson y la conciencia medioambiental

Día de la mujer y la niña en la ciencia 2022

Rachel Carson es conocida por La primavera silenciosa (1962), un libro en el que denunció el uso abusivo de productos químicos nocivos sobre el medio ambiente. Esta obra consiguió trasladar la preocupación por la naturaleza a la sociedad estadounidense, y su influencia se considera clave en la prohibición de dichos productos, la creación de espacios de protección medioambiental y la fundación de asociaciones ecologistas como Greenpeace. Aunque la preocupación medioambiental de los años 60 y 70 es un fenómeno con repercusión global, en muchos países Rachel Carson es una gran desconocida. De hecho, la primera versión en español de La primavera silenciosa es tan solo de 2005.

 La primavera silenciosa

“Cada vez son más las áreas de Estados Unidos en las que la primavera no es anunciada por el regreso de los pájaros, y las auroras que una vez estuvieron llenas con la belleza de sus cantos son extrañamente silenciosas.”


Fuente: Wikipedia

Rachel Carson, bióloga de formación y empleada de la Oficina de Pesca estadounidense, escribió numerosos folletos, artículos de prensa y libros divulgativos sobre el medio ambiente. La clave de su éxito fue, como se aprecia en el fragmento anterior, combinar la información científica con una gran calidad literaria. Sus obras llegaron incluso a ser criticadas por ser demasiado poéticas y fantasiosas.

Fuente: Wikipedia

Carson dijo que la idea de La primavera silenciosa surgió en 1958, cuando una amiga suya le contó que había encontrado numerosos pájaros muertos cerca de las tierras que poseía después de que fueran rociadas con DDT contra los mosquitos. El uso del DDT (dicloro difenil tricloroetano) es un compuesto de síntesis industrial que resulta muy efectivo como insecticida. Descubierto en Suiza en 1872, su uso se extendió enormemente durante la primera mitad del siglo XX como herramienta de lucha contra la malaria, el tifus y otras enfermedades propagadas por insectos.

Un avión rocía un campo con DDT en el valle del Tannessee como medida de lucha contra la malaria (fragmento de la película Uso de aviones para control de insectos, control de mosquitos, 1958). Fuente: Youtube 

En concreto, el DDT fue parte de una agresiva campaña del Departamento de Agricultura estadounidense en 1957 contra las hormigas de fuego, cuya mordedura es muy peligrosa. Estas hormigas (que engloban en realidad unas 200 especies diferentes) llegaron desde Argentina en los años 30 y, proliferando como especie invasora, se habían convertido en un problema en el sureste del país no solo para la salud humana, sino también porque sus nidos entorpecían el trabajo agrícola. La campaña de 1957 pretendía erradicarlas rociando los campos con DDT desde aviones. Aunque la idea estaba justificada, parece que no tuvieron en cuenta sus posibles repercusiones en el ecosistema.


Distribución actual de las hormigas de fuego en Estados Unidos. Fuente: Ant-Pests.

Durante los siguientes dos años, Carson recopiló información sobre el tema. Documentó incidentes que pudieran estar asociados al uso del DDT y otros pesticidas y sumó sus evidencias a las de otros científicos y periodistas. El resultado fue una larga lista de casos en los que los pesticidas llegaban hasta organismos no objetivo a lo largo de la cadena trófica, es decir, se bioacumulaban. Esto incluía intoxicaciones y muertes en diversos animales y presencia alimentos de consumo humano.

Carson fue duramente criticada por el Departamento de Agricultura y las empresas químicas que fabricaban los pesticidas, que iniciaron una feroz propaganda para defender sus intereses. Sin embargo, los peligros de estos productos pronto fueron tan evidentes que el gobierno comenzó a legislar sobre el uso responsable de los pesticidas y la prohibición de aquellos que se considerasen peligrosos. El libro de Carson consiguió, en resumen, trasladar la preocupación medioambiental a los ciudadanos y animó la creación de leyes que protegieran la naturaleza.

Carson en una publicación de 2020 sobre mujeres influyentes. Fuente: Time

“Si rociamos nuestros árboles (con pesticidas), la canción de los zorzales será un silencio las próximas primaveras, no porque hayamos rociado a los zorzales directamente, sino porque el veneno viajará, paso a paso, a través de las hojas de los olmos a las lombrices y después a los zorzales.”

Zorzal robín (Turdus migratorius). Fuente: Wikipedia


La trayectoria de Rachel Carson

La primavera silenciosa fue la última obra de Carson, quien fue diagnosticada con un cáncer de mama durante la escritura del libro y falleció finalmente en 1964, en el momento álgido de su carrera literaria. Aunque esta es su obra más conocida, antes de eso Carson ya había publicado varios libros y artículos divulgativos sobre ecología marina y era editora en jefe de las publicaciones de la Oficina de Pesca.



Rachel Carson nació en 1907 en Pensilvania. Desde pequeña, tuvo dos grandes pasiones: la literatura y la ciencia, especialmente las ciencias del mar. Contaba que siempre le encantó leer, y que entre sus libros favoritos de niña había títulos 20.000 leguas de viaje submarino o Moby Dick. Alumna sobresaliente, colaboró durante sus estudios en el periódico de la escuela y cursó el primer año de Inglés en la universidad, aunque un año después se cambió a Biología. Tras formarse conseguir su título en Zoología y colaborar mientras en varios laboratorios, abandonó la academia en 1934 debido a problemas personales: su familia pasaba por estrecheces derivadas de la Gran Depresión económica que sufría el país y su padre falleció.


Monumento a Rachel Carson. Fuente: Wikipedia

Carson consiguió entonces un puesto en la Oficina de Pesca escribiendo folletines radiofónicos educativos, además de escribir artículos sobre biología marina para periódicos locales. Tras el éxito del programa educativo, aprobó un examen para una plaza fija en la Oficina de Pesca. Aunque su trabajo principal consistía en recoger y analizar datos sobre las poblaciones de peces, la labor divulgativa terminó por ocupar la mayor parte de su tiempo. Fue entonces cuando comenzó a escribir ensayos largos y libros que culminaron con La primavera silenciosa.

Fuente: Ecobooks

Rachel Carson fue una persona brillante capaz de unir la ciencia con la literatura y con ello logró trasladar su amor por la naturaleza a la sociedad. Considerada como una de las voces más influyentes del siglo XX, es sin duda una de las grandes científicas a las que debe rendirse homenaje en este 11 de febrero, día de la mujer y la niña en la ciencia.

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@biolonita

Principales fuentes consultadas:

Página sobre Rachel Carson y La primavera silenciosa de Wikipedia

Fundación Rachel Carson

Página de Wikipedia sobre el DDT

Página de Science sobre las hormigas de fuego

miércoles, 9 de febrero de 2022

Helia Bravo y las cactáceas

 Día de la mujer y la niña en la ciencia 2020

Helia Bravo Hollis (1901 - 2001) nació en Villa de Mixoac (actual Ciudad de México). Ya desde pequeña, se sintió fascinada por la naturaleza y las ciencias gracias a los paseos por el campo con sus padres. Estudió en la Universidad Autónoma de México y fue la primera mujer del país en terminar Biología, una carrera que acababa de crearse. Durante sus estudios, Isaac Ochoterena, director del recién creado Instituto de Biología y mentor de Helia Bravo, le encargó una clasificación de las cactáceas de México, tema sobre el que él había escrito un tomo.


Bravo publicó su estudio sobre Las cactáceas de México en 1937, pero con los años la obra terminó por convertirse en tres volúmenes que tratan respectivamente sobre los tres grandes de grupos de cactáceas que ella ayudó a definir: nopales (1978), cactáceas columnares (1991) y cactáceas globosas (1991). También colaboró en el libro divulgativo El interesante mundo de las cactáceas (1995). 


En 1951, Bravo fundó la Sociedad Mexicana de Cactología, formada por científicos pero también por aficionados con los que organizaba excursiones al campo. Su meta principal era describir especies, muchas de ellas desconocidas o en peligro de extinción, y recoger muestras para su conservación. Con el objetivo del cultivo y conservación de estas especies, Bravo promovió la creación del Jardín Botánico exterior de la Universidad de México, del que ella misma fue nombrada directora en 1965.



Helia Bravo describió más de 60 especies o grupos de especies de cactáceas, incluyendo 9 que llevan su nombre. Bravo fue una pionera no solo en el estudio y clasificación de sus amadas cactáceas, sino también en la organización de excursiones de campo, la comunicación entre expertos y aficionados y la creación de colecciones de plantas ex-situ (fuera de su hábitat original). Es decir, uno de sus grandes legados fue ayudar a la comunicación entre científicos y que la botánica llegara a personas fuera del ámbito académico. 
Como ella misma dijo en una de sus últimas entrevistas: "El motivo de mi vida fue la biología y las cactáceas. Dediqué casi mis 100 años de vida a mi ciencia preciosa. Gracias a ella vivimos, gracias a ella conocemos la naturaleza de la que somos parte".



Nota: esta publicación se realizó originalmente en redes sociales (Instagram y Twitter) y por eso su formato es más esquemático que el de otras publicaciones del blog.