viernes, 10 de febrero de 2023

Maria Sibylla Merian y la ilustración científica

 Día de la mujer y la niña en la ciencia 2023

 La ciencia se basa en la observación, la toma de datos y el análisis. Antes de la fotografía, el dibujo era la mejor manera de documentar organismos. Aún a día de hoy, las ilustraciones se usan a menudo en ciencia porque ayudan a destacar características clave que pueden ser difíciles de ver en una fotografía. Por eso, hoy hablamos de Maria Sibylla Merian (1647 - 1717), una dibujante y naturalista cuyos dibujos sobre la metamorfosis de las mariposas contribuyeron enormemente al desarrollo de la entomología.

La Metamorphosis y sus repercusiones

En 1705, se publicó Metamorphosis Insectorum Surinamensis (“la metamorfosis de los insectos de Surinam”), un libro de ilustraciones de Maria Sibylla Merian centrado en las mariposas y polillas de esta región tropical sudamericana, que en aquel momento era una colonia holandesa. El libro incluía también dibujos de muchos otros animales como arañas, serpientes o iguanas y plantas.

Página de título del libro. Fuente: Wikipedia.

Los animales de los dibujos de Merian suelen aparecer en posturas naturales, como por ejemplo poniendo sus huevos, comiendo o reposando sobre una hoja, y tienen colores brillantes y realistas ya que tomaba apuntes de animales vivos, a diferencia de otros ilustradores que utilizaban especímenes conservados mediante diversas técnicas. Además, más allá de que el dibujo fuera preciso, para Merian era muy importante mostrar cómo se comportaban los insectos y cómo se relacionaban con su ambiente. Merian también intentó clasificar los animales y plantas que dibujaba y documentó sus nombres indígenas y sus usos tradicionales.



Dibujos del ciclo vital de una mariposa, un escarabajo y una araña procedentes de la Metamorphosis Insectorum Surinamensis. Fuente: Wikipedia.

A principios del siglo XVIII, cuando se publicó la Metamorphosis de Merian, los insectos estaban poco estudiados, probablemente por su reputación como animales malignos, y muchas de las ideas que se tenían sobre ellos eran erróneas. Por ejemplo, se creía que los insectos aparecían por generación espontánea, una hipótesis que la Metamorphosis y otros trabajos de Merian ayudaron a refutar ya que mostraba insectos depositando sus huevos y asociaba todos los estadios de crecimiento de un insecto, desde el huevo hasta el adulto, a una especie concreta. Otros científicos habían emparejado ya el aspecto de larvas, pupas y adultos de varias especies, pero Merian documentó multitud de momentos del crecimiento de la manera más completa hasta aquel momento. También documentó diferencias entre machos y hembras y dibujó detalles de los aparatos bucales de diferentes insectos, un rasgo muy utilizado actualmente para la identificación de especies.

Ilustraciones del ciclo vital de dos mariposas, extraídos de obras de Merian anteriores a la Metamorphosis. Fuente: Wikipedia y Wikipedia.

El libro sorprendió mucho en su época por su realismo y belleza, y se cree que influyó enormemente a naturalistas posteriores como Linneo (padre de la nomenclatura binomial que explicamos en otra entrada) y en las ideas evolucionistas desarrolladas por Darwin y otros. Hoy en día, el trabajo de Merian es especialmente apreciado por su aportación ecológica (estudio de las relaciones entre organismos) ya que solía dibujar los insectos junto a las plantas de las que se estaban alimentando y descubrió que algunas especies o estadios de crecimiento eran muy específicos en su alimentación.

Fuente: Wikipedia

Por suerte, la obra de Merian ha experimentado un redescubrimiento en las últimas décadas. Se han reeditado sus libros, se han organizado exposiciones sobre ella, se ha utilizado su nombre para calles y escuelas y sus dibujos se están convirtiendo poco a poco en parte del imaginario popular.  

Billete de 500 marcos alemanes, impreso en 1989 y 1990, mostrando una ilustración de Maria Sibylla Merian. Fuente: Wikipedia.


Doodle conmemorando el 366 aniversario de Maria Sibylla Merian el 2 de abril de 2013. Fuente: Google.


Mujer y naturalista en el siglo XVII: una extraña combinación

Maria Sibylla Merian nació en Frankfurt en 1647. Su padre murió cuando ella tenía tres años y su madre volvió a casarse al poco tiempo con un pintor. Este enseñó a Merian a dibujar. Por otra parte, ya de adolescente, a Merian le gustaba criar gusanos de seda y comenzó a recolectar insectos del campo.

Autorretrato de Jacob Marrel, padrastro de Maria Sibylla Merian. Fuente: Wikipedia.

Merian se casó con un aprendiz de su padrastro y se mudó a Nuremberg, donde él vivía. Allí se dedicó a dar clases de dibujo a mujeres jóvenes y continuó recolectando y dibujando insectos. También tuvo dos hijas, Johanna y Dorothea. Además, Merian entró en una escuela de pintura y grabados y publicó un primer libro de ilustraciones. Se trataba de dibujos florales con una intención decorativa, sobre todo como patrones de bordado, si bien Merian ya incluía frecuentemente insectos en ellas.

Reedición del Libro de Flores de Merian. Fuente: Amazon.

Merian publicó su primer libro de ilustraciones de insectos en 1679 (a sus 32 años), que fue seguido por un segundo tomo en 1683. Para ello, tomaba, como hemos dicho, referencias de insectos vivos, tanto en la naturaleza y parques como recolectándolos. Merian observó así su ciclo vital y las plantas junto a las que solían encontrarse. Su arte seguía teniendo una función principalmente decorativa, pero ahora ponía a los insectos en un punto central.

Portada del libro La maravillosa metamorfosis de las orugas y su particular alimentación de las plantas. Fuente: Wikipedia.

Parece que el matrimonio de Merian no era muy feliz, y quizá esa fue una de las razones para marcharse de Nuremberg. Aunque toda la familia volvió junta a Frankfurt, enseguida Merian decidió mudarse con su madre, que acababa de enviudar. Al poco tiempo, se fue con ella y con sus hijas Johanna y Dorothea a la región de Frisia (Países Bajos), atraídas por el modo de vida de una comunidad religiosa. Allí tuvo la oportunidad de estudiar latín y continuar con sus observaciones de naturaleza. Cuando su madre murió, se mudó con sus hijas a Ámsterdam y también se divorció oficialmente. Continuó pintando y se ganó la vida vendiendo sus pinturas y las de su hija Johanna. Johanna se casó entonces con un mercader que comerciaba con el territorio de Surinam, que recordemos que era por aquel entonces una colonia de Países Bajos. Esta conexión probablemente favoreció su interés por aquel lugar.

Localización del actual país de Surinam, que se independizó de Países Bajos en 1975. Fuente: Wikipedia.

En Países Bajos, Merian tuvo la oportunidad de visitar numerosas colecciones de insectos tropicales, muchos de ellos sin ningún tipo de identificación o descripción, lo que despertó enormemente su curiosidad. Esta fascinación fue creciendo y la llevó a embarcarse hacia Surinam con su hija Dorothea con la idea de pasar cinco años allí ilustrando insectos. Se dice que financió el viaje vendiendo sus ilustraciones, pero quizá contara también con ayuda de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales.

Reserva Natural de Suriname Central. Fuente: UNESCO.

Las expediciones científicas no eran aún populares como sí lo fueron un siglo después, y menos para una mujer. Maria Sibylla Merian fue, de hecho, la primera europea que realizó una expedición científica a Sudamérica. Merian relató cómo los hombres de las colonias se burlaron de ella por querer investigar la flora y fauna del lugar, ya que ellos solo estaban interesados en los beneficios comerciales que les reportaba exportar productos cultivados en el trópico, sobre todo, el azúcar.

Merian defendió que las agricultura en Surinam podría diversificarse con plantas autóctonas como la piña, planta que documentó también en su Metamorphosis. Fuente: Wikipedia.

Una enfermedad, probablemente malaria, la obligó a regresar a Países Bajos en 1701, acortando su viaje poco más de dos años. A pesar de ello, los apuntes y bocetos hechos durante aquella expedición fueron material suficiente para realizar una gran colección de ilustraciones. Sus colegas se mostraron enormemente sorprendidos por la obra y la animaron a publicarla. Así, la Metamorfosis de los insectos de Surinam, apareció en 1705. Sin embargo, parece que a partir de entonces su salud se volvió más delicada, llegando a sufrir un grave ictus en 1715 y falleciendo finalmente en 1717.

Retrato de Merian que la representa en un estudio idealizado rodeada de plantas, ilustraciones y diversos elementos que representan el conocimiento. Fuente: Wikipedia.

Mucho más que ilustraciones

La obra de Maria Sibylla Merian contribuyó enormemente a la entomología y la clasificación de especies, pero su legado se extiende también a la ecología y al arte. Es difícil hacerse una idea de su carácter con los documentos que tenemos, pero probablemente fue una persona fuerte que tuvo valor para perseguir su sed de conocimiento. Ante todo, Merian es un ejemplo de pasión y originalidad que nos inspira a mirar el mundo y maravillarnos ante lo que nos rodea.


Fuente: Wikipedia.

Si te ha gustado esta entrada, echa un vistazo al resto de entradas sobre el día de la mujer y la niña en la ciencia de otros años:

2022: Rachel Carson y la conciencia medioambiental

2021: Helia Bravo y las cactáceas

2020: Margarita Salas y la replicación del ADN

2021: Lynn Margulis y la teoría endosimbiótica

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Fuentes consultadas:

Páginas de Wikipedia en español, inglés y alemán

Valiant, S. (1993). Maria Sibylla Merian: recoveringan eighteenth-century legend. Eighteenth-Century Studies, 26(3),467-479.