lunes, 3 de diciembre de 2018

Videojuegos sobre Biología


Super Biolonita Bros

Si el cine es el séptimo arte, podríamos decir que los videojuegos son el octavo. Un videojuego no solo se basa en nuestra habilidad para superar desafíos, puzzles y batallas, sino que nos involucra en una historia. A menudo, nos permiten convertirnos en protagonistas de una aventura épica o en creadores de nuestro propio mundo. Por eso, me encantó que la película Rompe Ralph (2012) se inspirase en el ámbito de los videojuegos para crear unos personajes carismáticos y una trama original, a la vez que incluía guiños y menciones a algunos de nuestros juegos favoritos. Mientras esperamos a ver la segunda parte, Ralph Rompe Internet (2018), que se estrena este miércoles, quiero hacer mi peculiar homenaje al “octavo arte” hablándoos de algunos videojuegos que se inspiran en temas de Biología. No pretendo hacer un ranking de los mejores juegos sobre Biología ni hacer ningún tipo de publicidad, sino comentar algunos títulos que me parecen especialmente interesantes. ¡Pulsemos Start new game y comencemos la partida!



Spore: Érase una vez la evolución

Spore (2008), desarrollado por Electronic Arts, es el juego de evolución por excelencia. Inicialmente se lanzó para Windows, pero actualmente también está disponible en Android. En él, el jugador controla el destino de un linaje de especies ficticio que llega a un planeta en forma de espora (spore, en inglés), de acuerdo a la hipótesis de la panspermia, que propone este como el origen de la vida en la Tierra.


El jugador comienza siendo una célula y, si sobrevive, va avanzando a los estadíos de criatura, tribu, civilización y conquista del espacio. Aunque en estos últimos pasos se trata de un juego de estrategia más que de simulación, los primeros estadíos permiten posibilidades de creación muy originales. La célula comienza con unos pocos atributos básicos (como el modo de alimentación) y según progresa, encuentra recursos y toma decisiones obtiene unas u otras características.

Estadío de célula

Spore no refleja la selección natural, ya que sus especies son homogéneas, es decir, todos sus individuos son iguales. Además, muestra una historia evolutiva lineal, en la que unas especies “más avanzadas” sustituyen a otras, cuando en realidad de una especie pueden derivar varias, la especie inicial no tiene por qué desaparecer y es erróneo considerar que unas sean “más avanzadas” o “más evolucionadas” que otras. Spore también ha sido acusado de lamarckismo, un concepto evolutivo según el cual los descendientes heredan las características que sus progenitores han obtenido a lo largo de su vida.

Estadío de criatura

Sin embargo, nadie puede negar que Spore es un juego muy divertido y que incluir todos los detalles que hemos mencionado habría sido extremadamente complejo. Además, a pesar de todo Spore logra transmitir la idea de constante cambio subyacente al concepto de evolución.

Menú de creación de criatura


Niche: El poder de la variación genética

Niche: a genetics survival game (2017) es un juego indie, es decir, que fue desarrollado por un estudio con pocos recursos (Stray Fawn Studio), que también se centra en la supervivencia y el progreso de una especie. Este juego es científicamente más preciso que Spore, si bien debemos tener en cuenta que se trata de un título más moderno y con un modo de juego distinto. Spore podría verse más como un juego de aventura, en el que controlamos el movimiento de un individuo o un grupo de individuos de manera directa, mientras que Niche tiene más que ver con la estrategia y la distribución de recursos, ya que se trata de personajes moviéndose por un escenario tipo tablero con unas posibles acciones en cada turno (día). Podríamos decir que Niche se centra más en la microevolución (cambios evolutivos en poblaciones o especies en un tiempo relativamente corto) y Spore en la macroevolución (historia de un linaje evolutivo durante un tiempo geológicamente más significativo).


En Niche controlamos una población de un mamífero cuadrúpedo que según la partida puede parecerse a un felino, un perro, un conejo, un ciervo… Comenzamos con un individuo que, según explora, va encontrando otros y va formando una especie de manada. 


Cada individuo del grupo presenta unas características particulares, indicadas en forma de hebra de ADN en la parte inferior de la pantalla. Estas características, según cómo actuemos, pueden extenderse entre los miembros de nuestro grupo o no. Estos rasgos pueden ser determinantes para las diferentes situaciones que nos plantee el mapa, que van desde la competencia con otras especies a cambios en el clima. De ese modo, Niche presenta de manera bastante acertada la diversidad genética y los procesos de genética de poblaciones.


Su nombre hace referencia al concepto de nicho ecológico, que es, de manera aproximada, “el papel” que una especie desempeña en su ecosistema y viene determinado por su tolerancia a diferentes variables ambientales y sus interacciones con otras especies.

Agar.io: La batalla de las células

La lucha por la supervivencia también es parte de Agar.io, que apareció en 2015 en una plataforma online. En él, cada jugador controla una célula que debe moverse por un mapa capturando alimento, incluidas otras células, para crecer. El objetivo es aguantar el mayor tiempo posible sin ser devorado, así que se trata de un juego rápido que requiere habilidad, estrategia y algo de suerte.


A pesar de su aspecto simple de círculos de colores sobre fondo blanco, Agar.io se convirtió en poco tiempo en todo un fenómeno por su facilidad de controles y lo emocionantes que pueden resultar sus partidas. De hecho, los vídeos de gente jugando a esto (gameplays) se volvieron extremadamente populares: alianzas, encerronas, partidas que se terminan súbitamente de manera inesperada…


Es cierto que Agar.io podría haber funcionado igual de bien si se hubiera considerado solo como formas geométricas, pero contextualizarlo como células peleando en un espacio cerrado me parece buena idea. De hecho, los cultivos celulares, especialmente de bacterias, suelen hacerse en placas Petri que contienen agar, una sustancia gelatinosa que producen algunas algas. Agar.io ha tenido tanto éxito que han ido surgiendo otros con un modo de juego parecido como Slither.io, en el que el jugador controla un gusano.



Plague.inc: El apocalipsis de la especie humana

Continuando con el mundo de los microorganismos, otro juego que destaca es Plague.inc (2012), en el que el jugador controla un patógeno cuyo objetivo es infectar y aniquilar a la especie humana. Plague.inc, desarrollado por Ndemic Creations, está disponible para varias plataformas pero sin duda es en dispositivos móviles donde ha tenido mayor éxito.


La interfaz principal de Plague.inc es una visión fija de un mapamundi, que se va coloreando de rojo según nuestra enfermedad infecta diferentes regiones. Otro menú nos permite, según progresamos, incluir nuevas características a nuestro patógeno. Esto incluye diferentes modos de transmisión o síntomas que produce a los infectados. 


El patógeno puede ser una bacteria, virus, hongo, parásito, prion, nanovirus o bioarma, además de varios patógenos especiales como la gripe simia (que procede de la saga El planeta de los simios) o la plaga sombría (relacionada con los vampiros). El juego termina cuando consigues matar a la totalidad de la población del planeta o bien cuando consiguen encontrar una cura y la distribuyen hasta que no queda nadie infectado.


Plague.inc es divertido, y ganarlo requiere mucha habilidad. Pero además de eso, el mayor mérito del juego reside en lo bien que simula los escenarios de propagación de una enfermedad. Consigue que el jugador aprenda cómo actúa una enfermedad, dependiendo de sus características. Tal vez sea muy mortal pero precisamente por eso no consiga un alto porcentaje de infección. O quizá, por el contrario, sea extremadamente infecciosa hasta el punto de contagiar al mundo entero pero el juego se quede estancado porque no resulta mortal. Plague.inc, en definitiva, realiza una excelente labor de divulgación y concienciación sin necesidad de presentar fórmulas complicadas, a pesar de que las matemáticas se encuentran detrás de los patrones de infección, y haciendo que el jugador se enfrente a un auténtico reto.



Equilinox: Los ecosistemas también cambian

Con los ejemplos anteriores hemos visto que nos encanta que los animales y las células exploren y peleen por extenderse. Sin embargo, a menudo olvidamos que los sistemas naturales son escenarios complejos en los que participan multitud de especies. Equilinox (2018) acaba de lanzarse hace menos de una semana, pero tiene papeletas para convertirse en un título popular entre los amantes de los juegos de simulación y creación. Este juego nos permite crear un ecosistema, desde que una zona en la que no existen vegetación ni animales es colonizada por pequeñas plantas hasta que se convierte en un bosque de enormes árboles y grandes mamíferos. Es decir, se basa en el concepto de sucesión ecológica.


Equilinox no tiene un objetivo específico, sino que pone a nuestra disposición diversas opciones para que exploremos y creemos a nuestro gusto (lo que se conoce como un sandbox game). Aunque en este tipo de juegos no existe un modo de progreso definido, sí que podemos ir desbloqueando infinidad de especies diferentes y añadir elementos a nuestro escenario. Además, las especies que incluyamos en nuestra partida pueden modificar el ambiente e interactuar con otras especies. Otra opción interesante del juego es que ofrece la posibilidad de modificar genéticamente, y por tanto evolucionar, las especies según transcurre el tiempo, lo que puede hacer que sean más o menos exitosas en su ambiente.
Menú para modificar especies.

La única inexactitud que detecto en este juego es que podría transmitir erróneamente la idea de que cuanto más complejo es un ecosistema (más especies, mayor número de individuos, etc), es “mejor”; o que “lo mejor” es que todos los ecosistemas tengan árboles grandes tipo bosque. En realidad, aunque desde que la vida coloniza un lugar tiende a existir un reemplazo de especies, apareciendo cada vez especies mayores y más complejas, el estadío final de cada ecosistema depende de multitud de características. Cada lugar tiene unas especies determinadas, desde las praderas templadas a las selvas tropicales, que no son peores ni mejores que las de otro sistema.

Menú para añadir especies

En cualquier caso, Equilinox parece un juego muy bien planteado desde el punto de vista científico que transmite la idea de interacción entre todas las especies de un ecosistema y su entorno y muestra los complejos cambios que pueden tener lugar entre ellos a lo largo del tiempo.



Me dejo muchos títulos en el tintero, desde juegos sobre operaciones de cirugía hasta otros que consisten en explorar mundos o guiar a un animal a través de ellos, pero he mencionado los que considero más relevantes desde el punto de vista de los conceptos biológicos, y también los que más me gustan personalmente. ¿Qué opináis? ¿Conocéis algún otro juego relacionado con biología o medio ambiente? ¿Tal vez con alguna especie en concreto?



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@biolonita


Fuentes de las imágenes:
Filmaffinity: Rompe Ralph, Ralph Rompe Internet
Wikipedia: Carátula de Spore
Steam: estadío de célula y criatura en Spore, imágenes de Niche, imágenes de Equilinox
Mobygames: menú de creación de Spore
Agar.io: Logo Agar.io
Pixabay: cultivo celular, virus
Plague.inc: logo e imágenes de Plague.inc

3 comentarios: