lunes, 9 de septiembre de 2019

Aposematismo: señales de peligro en la naturaleza


Asustar al miedo

Todos tenemos miedo de vez en cuando, incluso los superhéroes como yo. De hecho, soy una auténtica cobarde cuando se trata de películas de terror. Y si además hablamos de una criatura que adopta la forma de tus peores miedos, cual boggart en el mundo de Harry Potter, con el objetivo de devorarte… Definitivamente no voy a ir al cine a ver la segunda parte de It (Eso), la nueva adaptación de la novela homónima de Stephen King, pero se trata de una buena ocasión para hablar de un curioso fenómeno de la naturaleza relacionado con el miedo. Resulta que algunas especies han aprendido que a veces la mejor defensa es un buen ataque y se dedican a asustar a sus depredadores. O, al menos, a lanzarles señales advirtiendo que algo malo puede ocurrirles si no les dejan en paz. ¿Tienes el valor suficiente para saber cómo lo hacen? Acércate y quizá te regale un globo…


Y todos me miran, me miran, me miran…

Si tu intención es evitar el ataque de un potencial depredador, esconderse parece la opción más lógica. De hecho, muchas especies presentan mecanismos de cripsis, es decir, un aspecto similar al de su entorno que hace difícil detectarlos. Como ya comentamos en la entrada sobre los skrulls de la película Capitana Marvel, algunos animales son auténticos maestros del disfraz que pueden confundirse con el ambiente para eludir a sus depredadores o acechar a sus presas. Los hay incluso capaces de cambiar su aspecto según la época del año o de adoptar la forma de otras criaturas animales en cuestión de segundos.

Los caballitos de mar tienen un aspecto similar a los corales del fondo marino para no ser detectados por sus depredadores, mientras que los leopardos se confunden con la maleza de árboles, ramas y hojas para no ser vistos por sus presas.

Algunos pulpos pueden cambiar de forma y aspecto para confundirse con otros animales u objetos.

Por el contrario, otras especies optan por una estrategia radicalmente opuesta: llamar la atención todo lo posible. Se trata de criaturas que resultan, en cierta medida, dañinas para el depredador si este las consume. Pueden ser tóxicas o tener un mal sabor. Además, suelen presentar un aspecto chocante, con colores intensos y de gran contraste. Rojos, amarillos, negro sobre blanco… Se trata de un “cartel luminoso” para advertir al depredador que no debe atacarlas.

Las ranas punta de flecha son un grupo de casi 200 especies particularmente venenosas con colores particularmente llamativos que viven en las selvas de Centroamérica y Sudamérica.

Este fenómeno se conoce como aposematismo (del griego apo, “lejos”; y sema, “signo” o “señal”), y se basa en la asociación de ciertas señales con la idea de peligro. Es decir, esta estrategia consiste en generar una alarma en el depredador para defenderse de él. En el caso de It, sin embargo, nos encontramos ante un depredador que intenta utilizar el miedo contra sus presas; quienes, por supuesto, sienten la necesidad de salir corriendo en vez de acercarse a esta malvada criatura. Yo diría que no es un plan muy efectivo.

Seamos sinceros... esa víctima potencial lo que quiere es salir corriendo, no acercarse al payaso.

Ven si te atreves

¿Por qué estos animales disfrutan siendo el centro de atención? ¿No les basta con ser venenosos? Y, ¿cómo es que su depredador sabe reconocerlos? Imaginemos una población de pájaros a los que les gustan las mariposas. Un día, llegan a una pradera llena de mariposas y empiezan a comérselas tan contentos. Sin embargo, hay una mariposa que los pájaros nunca habían visto y resulta que es venenosa. Cada vez que un pájaro se come una de estas mariposas, le duele el estómago y se siente fatal. Por tanto, los pájaros intentarán aprender a reconocer estas mariposas para evitarlas.

La mariposa monarca (Danaus plexippus) es uno de los ejemplos típicos de aposematismo.

Cuanto más fáciles de reconocer sean las mariposas, antes aprenderán los pájaros a identificarlas y dejarán de comerlas. Por lo tanto, para las mariposas lo mejor es ser lo más reconocibles posibles para que los depredadores solo necesiten consumir unas cuantas para aprender lo peligrosas que son. Esto se consigue con colores intensos y con patrones de colores que contrasten entre sí y se vean de manera rápida, incluso a gran distancia.
Los pájaros necesitarán consumir muchas mariposas negras (tachadas con cruces) antes de aprender a reconocerlas porque son difíciles de ver e identificar. Si las mariposas tienen un color brillante y atractivo, el aprendizaje será más rápido.

Además, el aposematismo es más común en animales que forman grupos porque, al haber más individuos, aumentan las posibilidades de que el depredador se encuentre con ellos y aprenda a evitarlos.

 Si el grupo de mariposas es grande, los pájaros encontrarán muchas enseguida y necesitarán poco tiempo para aprender que esa presa es tóxica. Si la población de mariposas es pequeña, el proceso se prolongará.

Del mismo modo, si varias especies tienen los mismos colores, los depredadores aprenderán aún más rápido que patrones deben evitar y menos individuos de cada especie serán devorados durante el aprendizaje.

Cuando varias especies presentan los colores naranjas y negros, durante su aprendizaje los pájaros no solo comerán mariposas, sino también otros insectos, y por tanto la pérdida relativa para cada especie será pequeña. 

La velocidad de aprendizaje también aumenta si existen varios estímulos. Es decir, además del color es útil que el animal tenga un olor particular (como la mofeta) o haga un ruido concreto. De ese modo, el depredador tiene mucha más información disponible para identificar a esta especie y saber que es una presa no deseable.


Al menos, en este aspecto, It cuenta con la ventaja de ser una única criatura que aparece cada 27 años en un pueblo concreto y devora a unos pocos habitantes. Es decir, no da muchas oportunidades a sus víctimas para que aprendan cosas sobre él y de ese modo es difícil que se defiendan contra sus artimañas.



Una rosa con espinas

Como suele suceder en temas de biología, los animales presentan los ejemplos más evidentes a nuestros ojos, pero hay mucho más allá. Durante los últimos veinte años se han encontrado numerosos casos de aposematismo en plantas que son igual de sorprendentes. El ejemplo más estudiado es el de las plantas con espinas, que son de por sí una defensa física importante contra los herbívoros.


Sin embargo, parece que esto no basta y es común que las espinas presenten un intenso color rojo que las destaca sobre el follaje verde de la planta. Esta coloración se encuentra en muchas especies que no tienen nada que ver las unas con las otras y se piensa que, igual que hemos explicado para los animales, esta generalización ayuda a que los depredadores aprendan rápido que no deben acercarse.

Los cactus (arriba) y las rosas (abajo) pertenecen a linajes que han evolucionado espinas de manera independiente y cuyo color no parece tener importancia desde el punto de vista fisiológico, es decir, de las necesidades vitales de la planta. Sin embargo, ambos son de un rojo más o menos intenso.

Además, recientemente se ha averiguado que muchas de estas espinas albergan altas concentraciones de microbios, capaces de causar importantes infecciones si un animal se araña con una de ellas. Esto sería una “señal” adicional para que el depredador tienda a evitar estas plantas.


Haciendo el payaso

Igual que ocurre con el aposematismo, It utiliza una señal que advierte de lo peligroso que es. Es lo que se llama una “señal honesta”. Sin embargo, al ser un depredador, asustar a sus presas puede no ser la mejor de las estrategias. En mi opinión, sería mucho más eficiente (y terrorífico) atraerlas con algo aparentemente maravilloso y, una vez a la distancia adecuada, devorarlas. Algo parecido a lo que sucede en la película Coraline (basada en la novela homónima), donde la protagonista entra en una dimensión paralela en la que existe una versión mejorada de su vida pero algo siniestro se esconde bajo la apariencia perfecta. En conclusión, cuando una especie establece una relación con otra suele desarrollar una estrategia que le sea beneficiosa utilizando todos los medios a su alcance, incluido el miedo… ¡especialmente si de ello depende comer o ser comido!



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Un poco de bibliografía sobre el aposematismo:

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